La frontera Norte se ha caracterizado tradicionalmente por un entorno económico dinámico, asociado a una lógica de producción global, que durante las últimas décadas ha generado empleo principalmente en actividades de manufactura; sin embargo, de forma paralela otros sectores han ganado participación, en parte, debido a la tendencia al crecimiento del sector servicios. De hecho, en el vecino país del Norte, este sector da cuenta de un 80% del PIB. Acorde con especialistas del Banco Mundial sobre el sector, en otras regiones del mundo como India, China o Brasil, el comercio del sector servicios ha registrado un crecimiento a doble dígito en cada año de la última década.
Un ejemplo de cómo nuestro país, en particular la región fronteriza, tiene ventajas subutilizadas en este sentido, es evidente al considerar las operaciones en la región de la empresa de origen hindú INFOSYS. Recientemente esta empresa inició operaciones de su back office en Monterrey, precisamente con la intención de atender proyectos regionales dada la demanda de clientes en el lado estadunidense, entre ellos el diseño e implementación de un sistema que permita a la población hispana que radica en Estados Unidos, el envío de remesas desde un banco en el lado norteamericano (el cliente de INFOSYS).
En este caso, el cliente le pagó a una empresa hindú que se localiza a miles de kilómetros de distancia para que diseñe e implemente un sistema que finalmente se concreta con la ejecución de ingenieros hindúes y el apoyo operativo de personal local, en la back office de INFOSYS en Monterrey (a unos 220 km de distancia de Texas).
Este ejemplo muestra cómo las actividades en el mercado del sector servicios se conducen actualmente y, es que la antigua noción que asocia este sector con la subcontratación en actividades que emplean mano de obra no calificada, (call centers, etc.), se está modificando rápidamente.
Las ciudades, principales de la frontera norte, como Tijuana, Juárez o Nuevo Laredo, cuentan con una serie de ventajas para avanzar en este entorno ya que los clientes del mercado norteamericano, por ejemplo, no sólo se benefician de tener vínculos comerciales con empresas de servicios en su misma zona horaria, sino también tienen la posibilidad de atender a un mercado hispano en el que las afinidades culturales son determinantes.
Un elemento clave para el crecimiento de este sector en la frontera es la existencia de capital humano calificado en estas áreas, para lo cual, el diseño de programas educativos de contenido pertinente es un primer paso.
Un ejemplo de estos esfuerzos se observa en estados fronterizos como Chihuahua, con la implementación de programas educativos a través de instituciones como CENALTEC (Centro de Entrenamiento en Alta Tecnología). Este centro permite capacitación en áreas que vinculan el sector servicios con la actividad tradicional de manufactura en la región fronteriza.
En síntesis, el entendimiento del entorno de mercado para las actividades de servicios, potencialmente, permite aprovechar las ventajas regionales y evitar la tendencia a generar, mayoritariamente, empleos de bajo perfil en capital humano y limitado contenido de conocimiento tecnológico.
