*Las opiniones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de quien escribe. No representa un posicionamiento de El Colegio de la Frontera Norte.
Como se ha señalado en anteriores publicaciones en los últimos años la frontera coahuilense empezó a destacar como una de las regiones principales por donde los migrantes nacionales y de otros países cruzan de manera irregular hacia Estados Unidos, lo anterior tomando como base las aprehensiones realizadas por la Patrulla Fronteriza (BP) en el sector Del Rio que colinda con la frontera coahuilense.
Según esas estadísticas, en el año fiscal 2010 (octubre 1 de 2009 al 30 de septiembre de 2010) en este sector solo se realizaba el 3.3 por ciento de detenciones del total a lo largo de la frontera; este porcentaje se fue incrementando en los últimos años hasta llegar al 20 por ciento en 2022, sólo superado por el sector de El Paso.
A pesar que en el sector Del Río hasta mayo del año fiscal 2023 las aprehensiones e habían reducido en 4.4 por ciento según estadísticas publicadas en la página U. S. Customs and Border Protection (CBP) sigue siendo el segundo lugar en arrestos de migrantes de toda la frontera y de estas según la Patrulla, la mayor cantidad se realiza en el área de Eagle Pass, frontera con Piedras Negras, Coahuila.
Sin embargo, con el incremento de migrantes por esta región se han suscitado diferentes aspectos. En primer lugar, se ha modificado la dinámica de la ciudad de Piedras Negras, sobre todo en las calles aledañas al río Bravo donde se puede observar a los migrantes fuera de los albergues, deambulando por las calles y a orillas del río; destacando las familias migrantes que anteriormente difícilmente se veían allí.
Los albergues existentes en la ciudad son insuficientes para atender la gran cantidad de migrantes que solicitan su apoyo para permanecer por unos días. Los que no alcanzan un lugar pasan la noche a orillas del río, en la estación central de autobuses o en algún otro lugar donde se sientan seguros.
Otro aspecto muy lamentable es que con el aumento de la migración igual ha subido el número de personas que han perdido la vida al tratar de cruzar e internarse en territorio americano. Las causas son variadas, principalmente ahogados en el río, deshidratación, cansancio, por accidentes de los automóviles que los trasladaban, hipotermia, muerte por viajar en vagones cerrados del ferrocarril o por picaduras de animales venenosos, entre otros factores.
En relación a los migrantes que mueren ahogados, en 2022 se reportaron en Piedras Negras y 41 en Acuña, siendo un total de 115 defunciones en la frontera coahuilense, sin contar los del lado americano. En este 2023 hasta mediados de junio se habían rescatado 19 cuerpos de migrantes del lado mexicano, además de 17 en el lado americano.
También, para disminuir el cruce por esta región, el gobierno de Texas ha implementado fuertes acciones. En 2021 colocaron un muro de contenedores en la orilla del río entre los puentes internacionales I y II; en ese mismo año colocaron frente a los contenedores un cerco con alambre de púa retorcido. También incrementaron el personal para reforzar la vigilancia.
Hasta la fecha se ha extendido el cerco de alambre por varios kilómetros y ha llegado más personal para incrementar la vigilancia, colocaron altavoces sobre los contenedores para disuadir a los migrantes y por si fuera poco están construyendo un muro de boyas a mitad del Bravo de aproximadamente 1.2 metros de alto y 300 metros de largo.
El panorama no es nada alentador para los migrantes que quieran cruzar de manera no legal a Estados Unidos por Piedras Negras, Coahuila, si enfrentar al río Bravo es peligroso ahora correrán más peligro para sortear esas barreras, sobre todo el muro de boyas a mitad del río, como lo han expresado diversas personas de ambos lados de la frontera.
Dr. Juan Parra, técnico académico
El Colegio de la Frontera Norte
