Desde la frontera | Efectos de la llamada ‘crisis migratoria’ en Piedras Negras y Eagle Pass

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Opinión de Juan Parra de El Colegio de la Frontera Norte

viernes 3 de noviembre de 2023

Las opiniones expresadas son responsabilidad de quien las emite y no reflejan necesariamente una postura institucional de El Colegio de la Frontera Norte.

Entre estas dos ciudades existen tres puentes internacionales que las unen, uno es el Puente Internacional I Piedras Negras-Eagle Pass por donde cruzan hacia ambos lados vehículos y personas a pie. El otro es el Puente Internacional 2 “Camino Real” por donde cruzan vehículos, personas a pie, autobuses de pasajeros y transporte de carga, y el Puente Ferroviario.

En la segunda mitad de septiembre empezó a llegar una gran cantidad de migrantes venezolanos, cubanos, colombianos y de otros países para cruzar de manera irregular y pedir asilo en Estados Unidos.  Según cifras de la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus siglas en inglés) en la primera semana de la llamada “crisis migratoria” se registraron 17 mil ingresos irregulares por Eagle Pass, Texas.

Ante la inusual cantidad de migrantes de otros países que diariamente cruzaban el río Bravo y se entregaban a la Patrulla Fronteriza para ser procesados y por la falta de personal para procesar a los miles de migrantes, la CBP tomó la decisión de cerrar el paso a los automovilistas por el Puente I Piedras Negras-Eagle Pass, lo cual se prolongó por casi un mes.

Lo anterior trajo diversos efectos, en primer lugar las filas de automóviles tanto hacia Eagle Pass como hacia Piedras Negras se hicieron extremadamente largas, expresando algunos automovilistas que tardaban hasta cuatro horas en cruzar hacia el lado americano (cuando lo normal es una) y más de dos horas en su regreso a Piedras Negras, lo cual provocó que bajara el flujo de personas que acuden normalmente de compras a Eagle Pass y lugares cercanos, así como de aquellos estadounidenses que normalmente los fines de semana acuden a Piedras Negras por diferentes razones.

Por otro lado, durante el tiempo que permaneció cerrado uno de los puentes internacionales, la ciudad de Eagle Pass según una entrevista realizada por un medio local al director del sistema de puentes internacionales de esa ciudad, dejó de percibir alrededor de medio millón de dólares.

También muchos comercios resultaron afectados tanto del lado americano como mexicano. Según el presidente de la Cámara de Comercio Servicios y Turismo de Piedras Negras, quién estimó la pérdida en aproximadamente dos millones de pesos diarios. En relación al comercio de Eagle Pass, también tuvieron fuertes pérdidas debido a la gran cantidad de clientes de Piedras Negras y la región que regularmente cruzan cada fin de semana.

La industria fue otro de los sectores afectados ya que el tiempo de revisión de los camiones de carga que trasladan las mercancías de las empresas hacia el lado americano se incrementó debido a que los revisaban dos veces para evitar que migrantes ingresarán por este medio, afectando significativamente el número de cruces diarios y ocasionando pérdidas millonarias.

El turismo médico también se vio afectado ya que muchas personas que viven en Eagle Pass y la región hasta San Antonio, Texas, normalmente acuden a consultar en los diferentes servicios médicos que se ofrecen en Piedras Negras y ante las largas filas para el cruce de la frontera dejaron de acudir, se calcula que la magnitud del turismo médico disminuyó por encima del 50 por ciento.

Estos son algunos de los efectos y muestran la importancia que tienen los puentes internacionales para ambas ciudades fronterizas y que cualquier contingencia que lleve a cerrarlos en este caso la “crisis migratoria” afecta las relaciones estrechas de diversa índole que hay entre estas ciudades con las consecuencias para ambas partes.