Desde la frontera: A 25 años del Convenio de Biodiversidad Biológica, ¿privilegio y responsabilidad?

Regresar a Columnas de opinión

Opinión de María Eugenia González Ávila Investigadora de El Colegio de la Frontera Norte

lunes 21 de mayo de 2018

En el año 1992 la Organización de Naciones Unidas decretó el 22 de mayo como día internacional de la biodiversidad biológica y este año, se celebran 25 años de la firma del Convenio; cuya intensión es ser “instrumento internacional para la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus componentes y la participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la utilización de los recursos genético” (ONU, 1992). ¿Por qué y para qué es importante la biodiversidad en el planeta y en México?

Cuando hablamos de la diversidad biológica nos referimos a “la variabilidad entre organismos vivos provenientes de cualquier fuente” (Convenios Biodiversidad, 1992), es decir, la biodiversidad es dinámica e implica que debe haber diversidad entre una especie (diferencia genética entre individuos de una misma especie) y diversidad entre especies (diferencia en número y variedad de especies) y ello implica diferentes ecosistemas que alberguen a estas diversas especies en el mundo y nuestro país.

¿Por qué y para qué la biodiversidad? Las razones más básicas es que a medida que exista diferencia inter y entre especies, y ecosistemas, es que permite a un país un desarrollo económico. Por ejemplo, al contar con diversos ecosistemas, que nos provean de distintos recursos naturales (frutas, verduras, semillas, tipos carnes, etc.) los cuales generan empleo en las zonas donde se producen, empacan, trasladan hasta llegar al consumidor que se beneficia de su consumo en su vida diaria. Otro ejemplo, de la importancia y fortuna de contar con una diversidad de ecosistema en el caso de México, es que nos permite ofertar distintos destinos turísticos (zonas de playa, montañas o desierto u otros tipos), que en pocas palabras genera miles de empleos al sector turismo, que van desde el nivel agencias presenciales o plataformas electrónicas que nos permite reservar transporte, hoteles, restaurantes, conocer cultura y realizar una infinidad de actividades involucrados con este sector, sobre todo cuando es sostenible.

A nivel valor de la biodiversidad biológica por sí misma, para el caso de México implica un privilegio y responsabilidad. El privilegios es por la oportunidad de gozar de toda una serie de servicios ecosistémicos (agua, fertilidad del suelo, polinización, control de plagas, crecimiento y reproducción de especies comestibles, mitigación de tormentas, regulación climática, asimilación de desechos y muchos otros), que si son manejados sosteniblemente nos permite un desarrollo y con ello incremento en la calidad de vida de las poblaciones. Por ello, nuestro país es considerado uno de los cuatro países con mayor número de especies animales y vegetales.

En consecuencia somos considerados entre los países denominados “megadiversos”, es decir, nuestro país cuenta entre 60 y 70 por ciento de la diversidad conocida del planeta (SarukhánJ, et al, 2009). Esto también conlleva una mega responsabilidad para los ciudadanos y nuestro gobierno, siendo que debemos proteger, conservar y manejar sosteniblemente dicha diversidad. No sólo para las generaciones actuales sino para que las futuras de nuestro país y del planeta. Al menos dichas generaciones deben saber y conocer que tuvimos o ¡mejor dicho! ya no están en peligro de extinción: el lobo gris mexicano, cóndor de California, bisonte, entre otras muchas especies de flora y fauna (NOM-059-SEMARNAT-2010) y quizás hasta logremos salvar a la famosa “vaquita marina”.

Es importante estar conscientes, que fuimos causantes de que 56 especies estén extintas por la presión causada en sus ecosistemas; 19 especies han sido extirpadas; 9 especies potencialmente extirpadas. Aunque no confirmadas 49 especies están extintas y 127 especies se encuentran desaparecidas (SarukhánJ, et al, 2009). En tema de biodiversidad, ¿tú querido lector en qué participas: proteges, conservas o al menos evitas atentar contra algún tipo de ecosistema o especies?

Dra. María Eugenia González Ávila
El Colegio de la Frontera Norte