Opinión de Víctor Alejandro Espinoza Valle Profesor-Investigador del Colegio de la Frontera Norte de El Colegio de la Frontera Norte

jueves 13 de junio de 2013

Escribo antes de la celebración del tercer debate entre los candidatos a la gubernatura de Baja California, mismo que tendrá lugar en la ciudad de Ensenada este miércoles 12 de junio, y donde se abordarán los temas de economía, pesca, campo y desarrollo sustentable. Aparentemente la ciudadanía no se interesa por este tipo de eventos, pero los sondeos indican lo contrario: ha habido creciente interés por conocer lo que proponen los candidatos. A la hora de escribir estas notas me entero que el candidato de la alianza Unidos por Baja California (PAN/PRD/PANAL/PEBC), Francisco Kiko Vega, de nuevo ha decidido no acudir a debatir. El argumento formal es que declinó participar porque el evento no sería televisado, sólo transmitido por Internet. La verdad es que se ha sentido muy incómodo en los dos anteriores debates. Pero parece inconcebible que alguien que aspira al honroso cargo de gobernador, le aterre defender sus propuestas y debatir en público. Es un error político de gran magnitud esta decisión; pero él y su equipo de trabajo han decidido correr el riesgo.
El segundo debate tuvo lugar el pasado miércoles 5 de junio en la ciudad de Tijuana en la sede de una cadena de televisión. El mismo estuvo precedido también por la incertidumbre en torno a la participación del candidato Kiko Vega. Arguyendo que en solidaridad con la COPARMEX –quien denunciaba al Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de haber “empalmado” las fechas de los debates oficiales con los empresariales-, y por la “parcialidad” del órgano electoral, Kiko Vega se negaba a asistir. Sin embargo, finalmente la duda se despejó: el candidato de la alianza Unidos por Baja California, se presentó al segundo debate.
Los temas a debatir fueron: desarrollo social, trabajo y grupos vulnerables; se trató de una segunda oportunidad para valorar el desempeño de los tres candidatos, entre los cuales se encuentra el futuro gobernador de la entidad.
Hubo novedades interesantes respecto al primero de los debates: menos acartonado, con réplicas y contrarréplicas, que ya permiten vislumbrar contrastes. Donde se dio un verdadero agarrón fue en las redes sociales; hubo mensajes inteligentes y otros francamente deleznables: pero es parte de la cultura política de baja intensidad.
Como viene siendo costumbre, son los aspectos formales los que más captan la atención, incluso de parte de los colegas periodistas. De Kiko Vega se decía que parecía director de orquesta por el movimiento constante de sus manos; Fernando Castro Trenti (candidato de la alianza Compromiso por Baja California –PRI/PVEM/ PT y PES-) y las eses al final de las palabras; y el más criticado por su beligerancia antipanista, Felipe Ruanova (candidato de Movimiento Ciudadano).
Con la presencia de los tres candidatos en este segundo debate aparentemente quedaba sellado el destino de los tres siguientes: ya no habría discusión en torno a la ausencia o asistencia de Kiko Vega. Sus estrategas aparentemente habían entendido que perderían demasiado con su ausencia. Con la asistencia de los tres todos ganábamos, pues podíamos darnos cuenta de las capacidades de cada uno de los candidatos. Kiko Vega y sus estrategas han decidido dar marcha atrás; me temo que lo único que les queda es la guerra sucia para tratar de ganar la elección: parece ser un camino equivocado. Ya veremos.
Una de las ausencias presentes en este proceso electoral son los sondeos de opinión. Después de que en las elecciones presidenciales del año pasado observamos una saturación de encuestas, hoy brillan por su ausencia. Por ejemplo, deberíamos tener ya cuantificada la opinión de los ciudadanos sobre la valoración de los debates. Porque lo único que vemos son las opiniones de militantes, dirigentes, líderes de opinión y periodistas. De lo que está pensando la gente que irá a votar el 7 de julio, muy poco.
Estamos a tres semanas para que concluyan las campañas electorales; creo que nos esperan días aciagos, con una intensa guerra sucia y con una fuerte polarización política. Ojalá me equivoque, pero la temperatura se incrementará notablemente. Así son los tiempos de cambio.

Artículo anterior – Tiempo de debatir (06/04/2013)