De El Colef: Hundimientos reales y mediáticos

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Opinión de Artemisa López León Investigadora de El Colegio de la Frontera Norte

lunes 7 de agosto de 2017

Hace unos días el Instituto Federal de Telecomunicaciones dio a conocer los resultados de la segunda Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales que realizó durante los últimos meses del año pasado y, de acuerdo con el comunicado de prensa del IFT, “los canales de televisión abierta son vistos por el 74% de la población [96% tiene televisión] que prefiere sintonizar noticiarios, películas y telenovelas.” (Véase: http://www.ift.org.mx/sites/default/files/comunicacion-y-medios/comunicados-ift//comunicadoift76encca11072017.pdf). Entre los usuarios de televisión de paga, las cifras no son muy diferentes y, en ambos casos, los noticiarios se encuentran en el cuarto y quinto lugar de preferencia.

A pesar de esto, hay semanas en que la relevancia de las noticias llevan a mantenerse informados aún a quienes, a veces, sólo tienen tiempo –o interés– de ocuparse de sus problemas cotidianos apremiantes. Estas dos últimas semanas han sido de esas que, por la notoriedad de los sucesos, han hecho a la población estar al tanto del acontecer nacional.

Y no es para menos, a todos ha tomado por sorpresa el socavón que se formó en el paso exprés de la autopista México-Cuernavaca y que, hace unos días, dejó un saldo dos muertos. Dentro de todo lo negativo que ha traído consigo esta tragedia y la indignación generalizada que ha provocado, hay dos puntos favorables: ha sacado a relucir la corrupción que está detrás de la licitación de obras públicas y ha hecho que los ciudadanos y los medios de comunicación presten atención a los socavones que se han formado en otras partes del país.

En el corto o mediano plazo, por la vía legal o la presión ciudadana y/o mediática, ello obligará a las autoridades a replantear las licitaciones y a transparentarlas, pues estos hundimientos, no son resultado de las lluvias recientes, sino de un cúmulo de irregularidades que se han generalizado y normalizado.

Por si esto fuera poco, el proceso de extradición de Javier Duarte, el exgobernador de Veracruz acusado de lavado de dinero y delincuencia organizada, ha sido seguido por millones de mexicanos, pues se ha convertido en un show mediático.

Este show tuvo su mayor rating el pasado 17 de julio, cuando Duarte fue trasladado de Guatemala a México; el recorrido que hizo para llegar al país pudo seguirse minuto-a-minuto por redes sociales y canales de televisión. Sin embargo, las complicaciones que han ido surgiendo con esta extradición parecen indicar que aún es muy pronto para afirmar que culminará con el encarcelamiento de un exgobernador que, más bien, parece estar poniendo a prueba las grietas del sistema judicial mexicano.

Y para rematar, los cuestionamientos al Instituto Nacional Electoral no paran; en esta ocasión, por los topes de campaña de los candidatos ganadores a gobernador en Coahuila y el Estado de México –ambos del Partido Revolucionario Institucional–. El INE ha confirmado que el primero rebasó el tope permitido y con ello el proceso de nulidad pareciera inminente –si el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación así lo considera– pero no se acredita lo mismo para el candidato del Estado de México.

Como gota que derrama el vaso, a partir de esto, la organización Ahora –con un núcleo central conformado por reconocidos intelectuales y activistas– que apoyan la candidatura independiente de Emilio Álvarez Icaza para la Presidencia de la República en el 2018, ha exigido la renuncia de todos los consejeros del INE y del titular de la Unidad Técnica de Fiscalización, Eduardo Gurza Curiel, por considerar que hay incompetencia y complicidad, encaminada a favorecer al Revolucionario Institucional. Asimismo, Ahora exige que se convoque a nuevas elecciones en el Estado de México y Coahuila.

Sin duda, la relevancia de estos sucesos que dejan al descubierto la corrupción, la impunidad y el contubernio que caracteriza a la clase política del país, contribuyen a que, estas vacaciones, incorporemos los noticieros a nuestras preferencias de consumo de contenidos audiovisuales.

Ojalá empiece a volverse costumbre mantenernos informados porque la situación del país amerita que, al menos como show mediático con tintes telenovelescos, prestemos más atención al acontecer nacional, pues las decisiones que se toman en la esfera política, tarde o temprano acaban por afectarnos, a todos, en el momento menos pensado, como ha ocurrido con la lamentable tragedia del socavón del paso exprés.

Artemisa López León
El Colegio de la Frontera Norte