Corredor fronterizo | Relocalización de la industria cervecera, un desafío de grandes magnitudes

Regresar a Columnas de opinión

Opinión de Salvador Corrales C. Investigador de El Colegio de la Frontera Norte

jueves 25 de agosto de 2022

La sequía en Monterrey puso en la mesa de las discusiones la pertinencia de mantener la industria cervecera operando en la ciudad y trajo a colación la experiencia de Constellation Brands en Mexicali que mediante un plebiscito en 2020 se impidió que iniciase operaciones con la escasa agua de la región, útil para consumo humano y la agricultura en el Valle de Mexicali.

La larga tradición de fabricar cerveza en Monterrey, primero por la cervecería Cuauhtémoc, y desde el 2010 por Heineken, de origen holandés, que posee filiales en 70 países del mundo, con mucho poder de negociación, relocalizar sus operaciones en el sur y sureste de México como lo mencionó el Presidente, enfrentará a fuertes intereses económicos que sin duda propiciarán un desgaste político por la eventual pérdida de empleos e ingresos para la ciudad.

Aquí la disyuntiva es: agua para consumo humano o agua para usos industriales. El derecho humano al agua hará frente a las necesidades del crecimiento económico de las empresas al tomar la decisión de clausurar las concesiones de agua para la industria cervecera, las empresas acereras y de refrescos, tres de las actividades industriales con altos niveles de agua concesionada en la ciudad de Monterrey.

Juntas estas tres industrias poseen concesiones equivalentes a 15 millones de metros cúbicos al año, las tres son industrias pioneras en el desarrollo industrial de Monterrey, con un fuerte arraigo entre industriales y la población regiomontana, que no se quedarán de brazos cruzados ante su eventual cierre; son icónicas de la ciudad que posee el consumo per cápita de cerveza más alto de México.

Sin ser la cerveza un producto de primera necesidad, lo es de consumo generalizado, y a imagen y semejanza con las drogas prohibidas como la mariguana, la cocaína y otras, son hábitos de consumo difíciles de eliminar entre la población de la ciudad. Al relocalizarse ahí donde hay agua, puede traerse para satisfacer las necesidades del consumo, pero el costo de transporte es uno de los componentes en los costos totales para las empresas, que harán todos sus esfuerzos por reducirlos para incrementar las ganancias.

A pesar de no ser la industria cervecera mexicana la que genera mayor valor agregado a la economía, posee liderazgo en el comercio internacional; México es con mucho el principal exportador de cerveza en el mundo y el 80% tiene como destino el mercado de Estados Unidos, o sea, cerca de sus plantas para reducir costos de transporte; en tales circunstancias, su relocalización en el sureste de México reducirá las ventajas competitivas para colocar la cerveza en el mercado americano y en las principales ciudades del norte de México.

La infraestructura y las cadenas de suministro creadas a lo largo de años se verían afectadas con la relocalización; en los hechos, al cerrarse una gran empresa como Heineken, gran cantidad de empresas proveedoras de insumos y materias primas reducirían sus operaciones, en el peor de los casos, tendrían que cerrar, se perderían empleos directos e indirectos en todo el sector industrial conectado con la cervecería. No será fácil relocalizar una gran empresa, pero por las necesidades de agua sería conveniente que ya no operan en Monterrey ni en ninguna ciudad del norte de México.

En teoría de la localización industrial las empresas se instalan cerca de las materias primas o de los mercados de consumo, tal vez esto explique la producción del 24% de la cerveza nacional en Zacatecas, donde los mantos acuíferos están agotados, cuya explicación tiene que ver con la calidad del agua del subsuelo, seguramente el agua de Monterrey posee semejante calidad que Heineken lucharía por no perder sus fuentes de suministro.

Será un gran desafío para la administración federal relocalizar en el sureste de México a esta industria, sin duda está obligada a ya no otorgar más concesiones para usos industriales y así proteger el consumo humano, principal destinatario del vital líquido, cuyo acceso para muchas colonias de la ciudad está restringido, con efectos directos en el estado de bienestar de Monterrey.

Dr. Salvador Corrales C.

El Colegio de la Frontera Norte