La frontera entre México y Estados Unidos se constituye como el principal corredor migratorio de país a país de todo el mundo (OIM, 2020), que se ha caracterizado y diferenciado del resto de las migraciones hacia Estados Unidos por su historicidad, masividad y vecindad (Durand y Massey, 2009). Detrás del sueño americano, el control fronterizo y la deportación han hecho parte de la historia.
Las políticas migratorias restrictivas de los últimos años se manifiestan en detenciones y deportaciones, y aunque actualmente se trabajan en leyes y decretos en Estados Unidos que buscan proteger la estancia de la población migrante, las cifras del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos indican que los mexicanos que regresan voluntariamente a su país natal son cada vez menos. En las últimas décadas han aumentado las deportaciones involuntarias, las autoridades buscan nuevos motivos para deportar al migrante mexicano, sin tener derecho a un debido proceso para permanecer en territorio americano. A esto se suman la constante violación a los derechos humanos que se da en la frontera y la marginación en la que viven las poblaciones en espera de asilo y refugio.
En este contexto, el proyecto Humanizando la Deportación ha trabajado desde mayo del 2017 un archivo de narrativas digitales bilingües, impulsado desde la Universidad de California Davis en colaboración con distintas universidades de México. En el principio, el proyecto tenía como objetivo que las personas contaran parte de su vida en Estados Unidos y sus procesos de deportación a México, documentando las consecuencias humanas del desplazamiento involuntario.
Recientemente, dada la heterogeneidad de las migraciones internacionales en la frontera entre México y Estados Unidos, se han integrado nuevas historias y perfiles de diferentes nacionalidades, narrando distintos procesos migratorios: de personas en tránsito por México, población migrante con procesos de refugio o asilo en espera de una resolución para ingresar a Estados Unidos, así como población retornada que decide seguir en la frontera a la espera de una nueva oportunidad para cruzar.
Hasta enero del 2023 el proyecto ha compartido en su página web 334 narrativas, visibilizando una colaboración comunitaria entre el investigador y la población migrante, con el fin de adentrarse en su experiencia migratoria y profundizar en el proceso de deportación.
En este archivo resalta la voz de las y los narradores, ya que estos relatos no contestan a preguntas, sino que se apegan a un formato de libre expresión. Aquí la tarea de las y los facilitadores ha sido ayudarles a expresar lo más importante de su historia de migración, y crear un video sencillo que logre captar un mensaje donde se visibilicen los procesos de deportación, de asilo, de refugio y de migración en todas sus expresiones.
La difusión de estos videos está hoy al alcance de todas y todos, la plataforma Humanizando la Deportación http://humanizandoladeportacion.ucdavis.edu/es/sobre-el-projecto/ alberga las narrativas y la información del proyecto que puede ser utilizada por tomadores de decisiones, sociedad civil e investigadoras e investigadores que busquen escuchar las voces de los migrantes y trabajar para mejorar sus condiciones de vida.
Entre los principales hallazgos al analizar estas narrativas digitales, encontramos que es muy importante entender la desestabilización que implica una deportación en la vida de las y los migrantes. En las historias también resalta el escaso acompañamiento que el gobierno mexicano ha dado a sus paisanos en procesos abruptos de deportación, quedando en deuda con una población que por décadas ha aportado a la economía mexicana con sus remesas. Resaltan en estas narrativas el papel tan importante que han tenido las organizaciones civiles en labores de asistencia, protección y apoyo a personas migrantes.
Proyectos como Humanizando la Deportación son herramientas para que estas organizaciones y los investigadores e investigadoras en temas migratorios sigan posicionando sus propuestas en el debate nacional y en la nueva legislación migratoria mexicana y estadunidense, al elevar la presión para la inclusión del enfoque de derechos humanos en temas de movilidad.
Dra. Yuliet Bedoya Rangel
Investigadora posdoctoral, El Colegio de la Frontera Norte-Monterrey