Corredor fronterizo: El cuidado del río Bravo en Nuevo Laredo

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Opinión de Jesús Frausto Ortega Investigador de El Colegio de la Frontera Norte

lunes 6 de noviembre de 2017

El 21 de octubre se celebró en esta región el Día del Río, un evento que fue antecedido por una serie de actividades para concientizar a la población sobre el cuidado del agua del río Bravo, la única fuente de abasto que tenemos en esta frontera. No es mi objetivo hacer un relato sobre los pormenores de las actividades, más bien quiero expresar algunas opiniones a partir de dicho evento. Me enfoco en la celebración en Nuevo Laredo, ya que esta conmemoración también se llevó a cabo en Laredo, Texas.

Antes, es importante mencionar que del 7 de octubre hasta el 21 del mismo mes se llevaron a cabo actividades de monitoreo de la calidad del agua; foros académicos y de concientización ambiental para la población, pero principalmente para niñas y niños, así como para las alumnas y los alumnos de preparatoria y de universidad; culminando con la actividad de recogida de la basura en las vegas del río Bravo, en la fecha en que se celebra el Día del Río. Convocados por el Centro Internacional de Estudios del Río Bravo, A.C., varias instituciones municipales, educativas, académicas y de la sociedad civil nos involucramos en la organización y realización de dichas actividades de conciencia ambiental.

Así, en el Día del Río participamos y nos comprometemos la población interesada de las distintas instituciones concurrentes en dicha celebración, así como la población local preocupada por el cuidado del medio ambiente de la ciudad, a la que se le invita el evento  a través de la difusión en los medios de comunicación y en las redes sociales.

Pero, me parece importante y alentador, que sean las y los jóvenes de las preparatorias y universidades, quienes tradicionalmente y recurrentemente se involucren en dicha celebración. Las alumnas y los alumnos participan en el monitoreo de la calidad del agua del río Bravo, como una práctica educativa y de conocimiento; se involucran en las conferencias y foros de educación ambiental, en donde ellos tienen acceso y conocimiento sobre la problemática ambiental e hídrica en la región; pero sobre todo, participan en la limpieza de las vegas del río. De esa manera, con esas acciones, las alumnas y los alumnos experimentan sobre el impacto que la sociedad generamos en el agua de dicho río y que se traduce en la contaminación del agua; pero sobre todo, así lo creo, les genera identidad con un una fuente natural que en la historia de estas ciudades en esta región –de  Nuevo Laredo, Tamaulipas y Laredo, Texas–, ha permitido el desarrollo de estas poblaciones.

De esa manera, con las actividades del Día del Río hemos contribuido con un pequeño grano de arena para cuidar el agua del río Bravo. Este río que en el 2001 sus aguas ya no llegaron a desembocar en el Golfo de México, formándose una isla de arena, como lo registró la prensa en su momento. Este río, que más allá de ser una barrera natural que separa a dos naciones y a dos ciudades en esta región, es un afluente cuyas aguas nos une al proporcionarnos un recurso vital para la población de ambos lados de la frontera.

Esperemos que las acciones de concientización realizadas como parte del Día del Río, se reflejen en nuestras prácticas cotidianas para evitar la contaminación del agua del río Bravo: un compromiso tanto de las instituciones como de la población en general. La recolección de todo tipo de residuos en las vegas del río, desde papel, plástico y neumáticos, hasta residuos electrónicos y de construcción, atestigua sobre los impactos que la sociedad generamos en sus aguas. La responsabilidad de cuidarlo es de todos.

Dr. Jesús Frausto Ortega

El Colegio de la Frontera Norte