Corredor fronterizo: Economía informal transfronteriza y proteccionismo

Regresar a Columnas de opinión

Opinión de Salvador Corrales C. Investigador de El Colegio de la Frontera Norte

lunes 30 de octubre de 2017

El comercio transfronterizo entre Estados Unidos y México se compone de todo tipo de productos y servicios; muchos no reúnen los requisitos formales de la competencia ni están sujetos a los controles legales para su circulación. A las actividades de esta naturaleza se le conoce como economía informal, que incluye desde mercancías piratas, robadas, prohibidas, etcétera, tal como ropa, calzado, tabaco, drogas y armas.

El hábito de cruzar para surtirse por miles de residentes fronterizos mexicanos en las tiendas departamentales de Estados Unidos, ejerció una fuerte presión en las autoridades de la aduana mexicana hasta conseguir la franquicia de importación libre de gravamen, cuyo monto varía si cruzas por tierra o avión, si eres residente fronterizo o no. Actualmente el monto de la franquicia llegó a los 1,000 dólares en vacaciones, 300 a lo largo del año y para los residentes fronterizos es de 150 dólares por persona.

Para la población fronteriza con visa de no inmigrante fue la oportunidad de surtirse mejor al cruzar la frontera y para los comerciantes informales, importar una cuantía mayor para revender en los distintos mercados rodantes, compitiendo deslealmente contra el comercio formalmente establecido. En investigaciones de campo durante el 2012 detectamos que los empresarios legales no pueden declarar la mercancía importada, pero a las empresas informales no tienen por qué hacerlo.

Este fenómeno no es nuevo en el comercio transfronterizo y se creía que con las liberalizaciones habría de reducir su impacto en las economías regionales, porque las importaciones entrarían libres de gravamen; pero el fenómeno no desapareció y la muestra son importaciones de productos chinos al mercado mexicano en grandes volúmenes, triangulando desde el mercado americano con pedimentos y certificados de origen falsos. Casos
conflictivos resueltos y en proceso por las autoridades aduanales y judiciales se han acumulado en grandes cantidades a lo largo del TLCAN.

¿Qué pasará si regresa el proteccionismo con la economía informal?, nuestra hipótesis es que incrementará sus ganancias por ventas más caras a un mercado consolidado, calculado por millones de pesos en las ciudades fronterizas mexicanas, cuyo porcentaje supera al 20% del PIB regional. Si las restricciones para importar se incrementan, no será extraño que las mercancías importadas falsas y fraudulentas, también incrementarán su precio; pasará lo mismo que con las drogas en dirección a Estados Unidos, donde su precio contempla todas las restricciones para colocarlas en las calles de ese país.

El proteccionismo que pudiese generarse con las nuevas negociaciones del TLCAN, será beneficioso para los comerciantes informales y evidentemente, la delincuencia habrá de alzarse con el beneficio que ofrece este tipo de actividad. En tales condiciones de operar, los comerciantes formales enfrentarán un obstáculo más a las dificultades para competir contra sus pares de Estados Unidos, que se llevan los clientes mexicanos con toda la sutileza de la publicidad, variedad y calidad de sus centros comerciales.

¿Seguirán autorizándose las franquicias de importación? La pregunta no la podemos responder; en caso de reducirse o desaparecer, se expresaría en un incremento del contrabando que hará crecer las ganancias para la economía informal, cuyo porcentaje en la estructura económica de las ciudades fronterizas mexicanas alcanza proporciones preocupantes para el desempeño del comercio formal, las autoridades de aduana y judiciales.

Dr. Salvador Corrales C.

El Colegio de la Frontera Norte