[:es]De El Colef: Cambiemos el juego [:]

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Opinión de Artemisa López León Investigadora de El Colegio de la Frontera Norte

viernes 6 de enero de 2017

[:es]MATAMOROS / TEXCOCO.- Hace unos días, la empresa automotriz de los cuatro aros plateados lanzó su campaña navideña en España con el cortometraje “La muñeca que eligió conducir” y que ha sido promovido con el hashtag #CambiemosElJuego (véase /www.cambiemoseljuego.com).

El anuncio publicitario ha sido recibido con gran beneplácito y ha empezado a dar la vuelta al mundo no sólo por la grandiosa labor creativa que emula los elementos principales de la afamada película Toy Story y, por ello, logra atraer la atención de chicos y grandes.

Sin embargo, lo más destacable del promocional es que contribuye a romper con los estereotipados roles de género que adquirimos en la infancia y que, a través del juego, hemos interiorizado: los hombres rudos y fuertes no disfrutan de una deliciosa tacita de té en el porche de su casa; las muñequitas no juegan futbol, ni van gustosas a conocer un fuerte del viejo oeste; las muñequitas, indudablemente, no conducen ni mucho menos van a jugar a las carreritas contra el piloto de un auto deportivo.

Este anuncio que merece ser analizado con detenimiento y por especialistas en la materia, atrajo mi atención porque me encanta conducir grandes distancias en carretera y andando en el camino se aprende mucho de roles de género.

La lamentable agresión física de la que fue objeto la atleta y senadora Ana Gabriela Guevara mientras conducía su motocicleta, indudablemente, también responde a los estereotipos de género que necesitamos, urgentemente, empezar a cambiar; pareciera que el orden social empieza a ser regido por la ley del ojo por ojo y eso nos puede dejar ciegos como dice esa famosa frase que algunos atribuyen a Gandhi y otros a George Perry Graham.

Esta época navideña es un buen momento para reflexionar sobre esos roles que aprendemos en la infancia y que vamos transmitiendo, de generación en generación. La llegada de un nuevo año también es una excelente oportunidad para hacernos el propósito de ir cambiando algunos estereotipos que nos impiden vivir en equidad y con armonía.

La empresa automotriz, con su promocional, ha logrado invitarnos a reflexionar sobre una serie de estereotipos que, afortunadamente, van diluyéndose en la adolescencia y la adultez, como ocurre con las mujeres al volante.

Esperemos que el inminente gasolinazo que se avecina y el desabasto que ha empezado a colapsar algunas ciudades mexicanas, nos permita seguir disfrutando de ser pilotos –y no el copiloto por excelencia-, aunque para ello tengamos que empezar a ejercitarnos cargando garrafas de gasolina que debemos aprender a racionar debidamente.

Por lo pronto, en mi cartita a los reyes magos les pediré que me traigan unos cuantos vales de gasolina y una aplicación de celular que me permita monitorear las gasolineras que no sufran de desabasto; no vaya a ser que, a mediados del 2017, tenga que dejar de disfrutar de uno de mis mayores placeres: conducir.

Artemisa López León
El colegio de la Frontera Norte [:]

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