El pasado jueves 19 de enero se definió al candidato de las izquierdas al gobierno del Distrito Federal; será el abogado Miguel Ángel Mancera Espinosa. Se trata de una persona de perfil alto muy bien evaluado en su desempeño por los capitalinos. De 46 años de edad, Mancera es licenciado en derecho por la UNAM y en esa misma casa de estudios obtuvo su doctorado. Sus áreas de especialidad son el derecho fiscal y penal. Hasta hace muy poco fue el titular de la Procuraduría de Justicia del DF, cargo al que accedió en 2008. Se incorporó a la función pública en 2002, ocupando diversos cargos en el gobierno del DF.
Mancera Espinosa es un hombre cercano a Marcelo Ebrard; pertenece al ala más moderada de la izquierda. Es más, formalmente no pertenece al PRD. Se trata de otro ciudadano candidato. Sin embargo, a diferencia de la candidata del PAN al mismo cargo, Isabel Miranda de Wallace, Mancera sí cuenta con experiencia en el quehacer gubernamental y está ligado al gobierno de izquierda desde hace ya varios años.
Desde luego que las cosas no están sencillas en el flanco izquierdo. En la reunión en la que se dieron a conocer los resultados de las encuestas, la segunda mejor posicionada, Alejandra Barrales, no acudió aduciendo “irregularidades” en el proceso. Esto augura un conflicto que puede ser muy costoso para la candidatura de izquierda.
El método de designación aprobado fue el de tres encuestas espejo entre ciudadanos autodefinidos como simpatizantes del PRD. Un universo de 9 mil capitalinos constituyeron la muestra. Las casas encuestadoras fueron: Covarrubias, Nodo y Buendía-Laredo y las mismas se aplicaron entre el 14 y el 16 de este mes. Había varios pretendientes: Mancera Espinosa, Alejandra Barrales, Joel Ortega, Martí Bartres y Gerardo Fernández Noroña. Hace unos días había declinado, a favor de Barrales, el senador Carlos Navarrete. Pues bien, quien obtuvo el segundo lugar de las preferencias se ha inconformado.
Con el triunfo de Mancera, prácticamente se han definido a los tres candidatos: a Mancera se suman la Sra. Miranda de Wallace –PAN- y Beatriz Paredes, por el PRI, en este último caso aún no se define pero está muy cantada la candidatura. Sin duda, será una elección muy reñida pues los tres lucen como candidatos fuertes. Según los sondeos actuales Mancera estaría al frente, seguido de Beatriz Paredes y en tercer lugar la maestra Miranda. Lo interesante es que dos de tres candidatos se autodefinen como ciudadanos. La única “política” pura sería Beatriz Rangel. Lo curioso es que empezaron siendo ciudadanos y terminaron como políticos profesionales, aunque la maestra lo niegue.
La ciudad de México, la capital del país, es la segunda entidad que concentra el mayor número de ciudadanos inscritos en la Lista Nominal (quienes son potenciales votantes). Un total de 7 millones 081 mil 768; de los cuales el 47.16% son hombres (3 millones 339 mil 752) y 52.84% (3 millones 742 mil 016) mujeres. Esa cantidad representa el 9.15% de la Lista Nominal nacional; es decir, casi el 10% de los votantes de nuestro país radica en el DF. La única entidad que la supera en cifras es el Estado de México con 10 millones 107 mil 181 ciudadanos que pudieran participar en las elecciones del 1 de julio de este año. De ahí la importancia de lo que suceda en el terreno electoral en la capital del país, sobre todo porque el centralismo es consustancial a nuestra historia política y lo que ahí se dirima impacta al resto de las entidades. No olvidemos, incluso, que los tres jefes de gobierno han sido candidatos o precandidatos presidenciales por las fuerzas de izquierda.
Hay dos ingredientes en la coyuntura política mexicana que se hacen evidentes en el caso de la capital del país: la centralidad de las encuestas en la definición de candidaturas y la búsqueda desesperada de los partidos por atraer candidatos ciudadanos que les limpien un poco la cara ante la mala imagen que tienen frente a la ciudadanía. Es significativo que en el DF dos de tres candidatos se anunciarán como intachables ciudadanos. Veremos los resultados.