Uno de los problemas en la gestión de los servicios de agua potable en el país tiene que ver la eficiencia en la prestación del servicio y en el manejo del agua que se suministra a la población. Al respecto, nos referimos a las pérdidas de agua que se tienen en las ciudades, en nuestro caso, en particular para algunas de la frontera.
El desperdicio de agua es un tema que, incluso, está muy presente en las reseñas de los medios de comunicación que ofrecen un panorama de esa problemática para el ciudadano común, cuando se documenta las fugas de agua o los desperdicios del líquido que hacemos la población.
En términos generales, alrededor del 40 por ciento del agua potable que se produce en las ciudades no se contabiliza y se trata de pérdidas por fugas o mal manejo y uso del recurso. Es cierto que en algunas ciudades puede ser menor, como en el caso de algunas localidades de la frontera de Baja California. Aunque también se puede encontrar datos superiores a aquél porcentaje.
Llama la atención, sin embargo, que en ese tema parece no haber diferencia en las poblaciones mexicanas según su tamaño; esto es, no importa que sea una ciudad grande o pequeña, adolecen de los mismos síntomas en ese asunto del desperdicio del recurso hídrico. Para poner en contexto lo anterior, nos referiremos a algunas ciudades fronterizas de Tamaulipas y de Coahuila.
En las ciudades de Tamaulipas los porcentajes del agua que no se contabiliza son: Nuevo Laredo, 57; Reynosa, 39; Miguel Alemán, 49; Río Bravo 46; Ciudad Camargo, 39. En el caso de las ciudades de Coahuila, se tiene: Piedras Negras, 48 y Ciudad Acuña, 70 (Datos de CONAGUA, 2014 y 2013 para el caso de Acuña; ver: Situación del Subsector Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento, las ediciones de esos años).Como se observa, aunque son sólo algunos datos, ellos nos ofrecen una referencia gráfica del problema del desperdicio del agua potable que se tiene en las ciudades de referencia. Un recurso que para estas localidades proviene principalmente de su fuente superficial, es el río Bravo.
De esa manera, el desperdicio de agua potable por diversos factores parece ser uno de los principales retos que enfrentan las instituciones que proveen del servicio en las ciudades. En un contexto de su escasez en esta región fronteriza tanto por su mal manejo como por las condiciones naturales de esta zona, el tema se vuele crucial. Más porque, como se observó, parece ser que lo mismo sucede en las ciudades grandes que en las pequeñas. Así, adoptar prácticas eficientes en el manejo y uso del agua –tanto por las instituciones públicas correspondientes como por la sociedad– puede significar ahorros importantes de ese recurso considerado como escaso.
Ahorros que pueden ser importantes para el abastecimiento de la población que aún no tiene el servicio de agua potable en las ciudades, por una u otra razón. Pero no sólo en las zonas urbanas sino también en las rurales en donde por lo general el problema de su carencia es mayor.
Dr. Jesús Frausto Ortega, El Colegio de la Frontera Norte.