Corredor Fronterizo: Seguridad de cubanos, seguridad de migrantes

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Opinión de Blanca vazquez Profesora-Investigadora de El Colegio de la Frontera Norte

lunes 20 de febrero de 2017

Desde el primer reporte especial de la CNDH (Comisión Nacional de Derechos Humanos) sobre la situación que guarda el secuestro de migrantes en México, fue evidente el nivel de riesgo de aquellos quienes transitan por el país. La Comisión señaló que en 2009 se registraron 9,758 hechos de secuestro y extorción contra migrantes. Dos años después en 2011 la estimación fue de 11,333 eventos.

En el inter, durante 2010, el asesinato de 72 migrantes centroamericanos en San Fernando, Tamaulipas, dejó ver la existencia de un problema grave. Luego, también en 2011, nos enteramos de las fosas clandestinas encontradas en la misma comunidad de San Fernando, donde se hallaron 196 cuerpos de presuntos migrantes mexicanos y extranjeros en tránsito por México y rumbo a EUA. Sin embargo, de entonces a la fecha los casos no paran.

En los primeros días de febrero la prensa dio a conocer que 11 personas de nacionalidad cubana fueron secuestradas en su trayecto de Reynosa a Nuevo Laredo, desde donde intentarían llegar a Estados Unidos. La nota tuvo eco a nivel regional –particularmente en la frontera noreste- por la situación de los cubanos varados en la frontera norte de México, particularmente en Matamoros, Nuevo Laredo y Reynosa. Días después la oficina de asuntos consulares del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, desde Monterrey, dio a conocer que quienes se encontraban secuestrados fueron rescatados. Se informó también que posteriormente las personas fueron retornadas a Cuba, su país de origen.

Que fortuna el que este grupo de migrantes pudo salir de su cautiverio. La cobertura mediática en la prensa regional, en el contexto de la revocación de la política “Pies Secos, Pies Mojados”, permitió mantener abierto el tema de la seguridad de los migrantes en la opinión pública local. Sin embargo, el registro de hechos como este es añejo y no hace más que reafirmar el problema existente en esta parte de la frontera.

A partir del recuento de operativos militares o policiacos en Tamaulipas, a casas de seguridad de grupos delictivos donde cientos de presumibles migrantes han sido encontrados, deja ver lo que parece haberse convertido en una industria de la extorción y privación de la libertad. En un recuento hemerográfico de los presuntos migrantes localizados en casas de seguridad dimensiona el problema ignorado. De los registros obtenidos a partir de 2009, se infiere que la ciudad Reynosa es un punto crítico para los migrantes nacionales y extranjeros transitando por Tamaulipas, por la incidencia de casos registrados en esa ciudad.

Por desgracia, los hechos no necesariamente han derivado en estrategias concretas para salvaguardar los derechos de las personas, salvaguardar su integridad física. Pareciera que para las autoridades la estrategia de combate a los grupos delictivos, para resolver la violencia que se vive en ciertas regiones de México, es la medicina para todo. La indiferencia es omisión y la omisión es irresponsabilidad. Por ello debemos insistir en la necesidad de acciones concretas para proteger la seguridad de migrantes cubanos, haitianos, centroamericanos, mexicanos, etc., en su travesía por México sin que ello implique violentar su derecho a la movilidad.

Dra. Blanca Vázquez
Profesora-Investigadora
El Colegio de la Frontera Norte Nuevo Laredo