Hace unos días platicaba con un conocedor de los migrantes, y de su forma de vida en Tijuana, mientras pernoctan en los albergues esperando que el sueño americano los alcance.
En esa charla, me comentaba de las diferencias que aprecia entre los migrantes que arriban a Tijuana y que dependen, en buena medida, de los motivos de su emigración, su lugar de origen, el trayecto que realizan, las redes que tienen y si emigran solos o con familia.
Para ningún habitante de esta larga frontera con Estados Unidos es un secreto que, en esas travesías, el común denominador parece ser la experiencia de violencia ligada al crimen organizado que viven los migrantes; sin duda, las historias son distintas y se relacionan también con las regiones del país que van transitando y la manera en que lo hacen.
De esos temas comentaba con este conocedor de la vida de los migrantes cuando me mencionó a los Psicólogos Sin Fronteras y el Psicomóvil y de la importancia de ambos, como apoyo a la salud emocional, de los migrantes que están en los albergues de Tijuana. El psicomóvil, en particular, una vez por semana, acostumbra visitar distintos albergues para brindar acompañamiento emocional a los migrantes.
El simple término “psicomóvil” llamó mi atención porque me pareció una iniciativa relevante para atender, in situ, a los migrantes que han vivido algún evento traumático relacionado con su emigración, ya sea por las experiencias traumáticas de la travesía o por ser desplazados forzosos por la violencia ligada al crimen organizado en sus lugares de origen.
La curiosidad me llevó a indagar, en Google, sobre ese psicomóvil y así supe que inició actividades a mediados de 2020, en plena pandemia por Covid 19, y que se trata de una iniciativa muy tijuanense. En palabras de sus fundadores, el psicomóvil es la primera clínica móvil de salud mental en México y brinda terapia individual y grupal en un espacio privado, seguro e itinerante, con la intención de que los migrantes puedan integrarse a la vida en Tijuana y gozar de una buena salud emocional durante esa larga espera por obtener una respuesta a su solicitud de asilo en Estados Unidos.
El psicomóvil es una de varias acciones que realiza Centro 32, una organización tijuanense que trabaja con familias migrantes en contexto de movilidad, solicitantes de asilo o refugio y personas deportadas, retornadas y desplazadas y que, de acuerdo a lo que dice su sitio Web, nace cuando Families Belong Together arriba a Tijuana, como respuesta a la crisis de separación familiar de 2018 en Estados Unidos.
Esta novedosa iniciativa también forma parte de la atención itinerante que parece empezar a implementarse en varios lugares del mundo. En 2017, por ejemplo, se dio a conocer el Psicomóvil UCAB, una iniciativa de los psicólogos de la Universidad Católica Andrés Bello, de Venezuela, que brinda asistencia gratuita y acompañamiento emocional, en los momentos de crisis, a los heridos en las manifestaciones, a los familiares de los presos y a aquellos se han visto afectados por la situación que vive ese país.
Traigo a colación esa iniciativa que ha llamado fuertemente mi atención porque son acciones de apoyo muy recientes, novedosas y se vislumbra que pueden ser exitosas como apoyo para los migrantes, al menos en el corto plazo, para sanar esas heridas que, a veces trae consigo, el anhelo de llegar al otro lado de esta gran frontera y empezar a vivir el sueño americano.
Dra. Artemisa López León
El Colegio de la Frontera Norte
