¿Ofrece la industria automotriz salarios dignos en México?

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jueves 3 de junio de 2021


Origen de la obra

La obra colectiva “Salarios en tiempos de libre comercio ¿ofrece la industria automotriz salarios dignos en México?” nació durante el verano de 2016 en una reunión de trabajo que tuvo la entonces Red Temática Conacyt «Innovación y Trabajo en la Industria Automotriz Mexicana» (Red Itiam), en San Miguel de Allende, Guanajuato. Posteriormente, en diciembre del mismo año se realizó un seminario-taller donde participaron miembros de la Red Itiam, con el fin de socializar y adaptar la metodología del salario digno de Richard Anker y Martha Anker. 

La implementación del proyecto (durante 2017) coincidió con el inicio de las renegociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), promovida por la administración de Donald Trump bajo la premisa de corregir la pérdida de competitividad del sector automotriz por la existencia de bajos salarios en México.

En noviembre de 2019 se realizó un seminario de análisis de resultados en la Casa Colef de la Ciudad de México. Posteriormente, en marzo del 2021, como resultado del trabajo de investigación, la editorial de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef) publicó el libro “Salarios en tiempo de libre comercio: ¿Ofrece la industria automotriz salarios dignos en México?”, coordinado por Humberto García Jiménez, Jorge Carrillo Viveros y Graciela Bensusán.

La industria automotriz en México

México ha sido uno de los principales destinos para la instalación de plantas automotrices ensambladoras, de autopartes y maquiladoras. En 2018, se colocó como el sexto productor a nivel mundial y el primero en América Latina con una producción de 4.07 millones de autos. Mientras que en la producción de autopartes, México alcanzó el quinto lugar a nivel mundial y el primero en América Latina para ese año, con una producción valuada en 92 000 millones de dólares. En 2017, la industria automotriz en este país contribuyó con 2.9 por ciento del producto interno bruto (PIB) nacional y 18.3 por ciento del PIB manufacturero. 

Por otro lado, la industria automotriz ha contribuido de manera sustancial en la generación de empleos en el país. Para 2017, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que el personal ocupado en dicha industria estaba conformado por 824000 personas, de las cuales, 710000 eran obreros y 114 000 empleados. Con estos números, el personal de este sector representó 22 por ciento del total de la industria manufacturera (Inegi, 2018).

El salario del sector automotriz y la investigación

La propuesta central de este libro, dentro de la discusión sobre el incremento de los salarios, es que este incremento se enfoque en buscar que se cierre la brecha entre un salario digno y el salario que pagan en las empresas. La investigación de campo para determinar el salario digno en el sector automotriz se realizó entre julio y octubre de 2017 con recursos de la Red Temática Conacyt «Innovación y Trabajo de la Industria Automotriz Mexicana» (Red ITIAM). El estudio abarcó las siguientes áreas metropolitanas y sus respectivas plantas de ensamble final: Aguascalientes (Nissan I y II), Hermosillo (Ford), Puebla (Volkswagen), San Luis Potosí (General Motors) y Toluca (Chrysler-Fiat).

El estudio utilizó información secundaria proveniente del Censo de Población y Vivienda (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [Inegi], 2010), la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) (Inegi, 2017) y de la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (Engasto) (Inegi, 2016), además de líneas de bienestar y canasta básica del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval, 2017). Esta información se combinó con la recolección de datos primarios sobre hábitos de consumo de las familias de los trabajadores. Con base en dichas fuentes secundarias y primarias, se realizó una estimación de la brecha salarial entre lo que debería ganar un operador de línea para que su familia tenga una calidad de vida «aceptable», según los usos y costumbres locales y de acuerdo con estándares nacionales e internacionales de alimentación, vivienda, salud, transporte, educación y gastos imprevistos. 

San Luis Potosí (General Motors) es la planta que mayor diferencia presenta entre un salario digno respecto al salario pagado (90%). Sin embargo, si se incluye lo que los trabajadores reciben en prestaciones de la empresa (comida, prima vacacional y aguinaldo), la diferencia entre el salario digno y el salario pagado se reduce a 75 por ciento. En comparación a otras métricas salariales, el salario pagado está por debajo de la línea de pobreza urbana (68.1%), 17 por ciento por encima de la línea de extrema pobreza urbana y 118 por ciento por arriba del salario mínimo.

La planta Ford localizada en Hermosillo ocupa el segundo lugar en nivel de precarización salarial. En esta empresa, la diferencia observada entre el salario digno respecto a lo que se paga es de casi 70 por ciento. Si se incluye las prestaciones que reciben los trabajadores que reciben (comida, prima vacacional y aguinaldo) dicha diferencia disminuye a 57 por ciento. Por otra parte, el salario pagado está ocho por ciento por debajo de la línea de pobreza urbana, pero 82 por ciento por encima de un salario en pobreza extrema urbana.

En tercer lugar, se encuentra Aguascalientes (Nissan I y II) donde la diferencia entre el salario digno bruto (que incluye impuestos) respecto a lo que se paga en la planta más antigua (Nissan I, N1) es de 46.5 por ciento menos; mientras que en la planta de reciente creación (Nissan II, N2) dicha diferencia es mayor, de 69.1 por ciento. Incluyendo lo que los trabajadores reciben en prestaciones de la empresa (comida, prima vacacional y aguinaldo), la diferencia entre el salario digno y el salario pagado se reduce de 46.5 a 35.8 por ciento en Nissan I, y, de 69.1 a 58.4 por ciento para Nissan II. El salario pagado en Nissan II está por debajo de la línea de pobreza urbana en 50 por ciento, lo mismo en Nissan I, pero sólo a 10.7 por ciento de distancia. El salario en Nissan I está por encima de la línea de pobreza extrema urbana en 68 por ciento, pero sólo 30 por ciento respecto a lo que se paga en Nissan II. En ambas plantas, el salario pagado excede el monto de salario mínimo.

Toluca (Chrysler-Fiat) y Puebla (Volkswagen) conforman el grupo de baja y nula precarización, respectivamente. En cuanto a Toluca (Chrysler Fiat), la diferencia entre el salario digno bruto (que incluye impuestos) respecto a lo que se paga es nueve por ciento. Pero si se incluye lo que los trabajadores reciben en prestaciones de la empresa (comida, prima vacacional y aguinaldo), la diferencia entre el salario digno y el salario pagado es prácticamente nula (0.33%). El salario pagado se encuentra seis por ciento por encima de la línea de pobreza urbana y es más del doble que el salario mínimo.

Por su parte, en Puebla (Volkswagen) el salario pagado es mayor que el salario digno bruto en un nueve por ciento. Si se incluye la comida, prima vacacional y aguinaldo, el salario pagado es 19.2 por ciento mayor que el salario digno bruto. Además de lo anterior, el salario pagado es 37 por ciento mayor que la línea de pobreza urbana y 146 por ciento por arriba de la línea de pobreza urbana extrema. El salario pagado es un 270 por ciento mayor que el salario mínimo. Lo anterior, si se considera el grupo de trabajadores operadores de reciente incorporación a la planta automotriz, pero si se incluye al 30 por ciento del total de trabajadores, que son operadores de línea con más cinco años de antigüedad, se observa que el salario pagado es 108 por ciento mayor que un salario digno bruto (incluyendo impuestos). Mientras que, si se incluye la comida, prima vacacional y aguinaldo, el salario pagado es 128 por ciento mayor que un salario digno bruto. Así mismo, el salario pagado de los operadores de línea recién ingresados está 37.2 por ciento por encima de la línea de pobreza urbana y 146 por arriba de la línea de pobreza urbana extrema. El salario pagado es un 270 por ciento mayor que el salario mínimo.

Estos cálculos, plantean los coordinadores del libro, sugieren que las brechas entre estos tipos de salarios son menores en zonas nacidas durante el período de sustitución de importaciones que aquellas que fueron creadas como plataformas de exportación. Es posible que, la antigüedad de las plantas y los arreglos institucionales en la negociación colectiva sindicato-empresa sean los factores que están detrás de este comportamiento.

Los alcances de la investigación

Los resultados de este libro también albergan los cambios generados a partir de la implementación del T-MEC, así mismo, esta obra puede ser de gran utilidad para que las autoridades laborales del nuevo gobierno y los sindicatos automotrices cuenten con una herramienta técnica adecuada para promover aumentos salariales en el sector automotriz. La disminución de la brecha entre un salario digno y el salario pagado debería ser el principio sobre el cual promover el incremento salarial.

El libro se encuentra disponible para su descarga gratuita a través de: https://libreria.colef.mx/detalle.aspx?id=7763

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