Como parte del XXIII Encuentro de Historia Económica del Norte de México, celebrado en la Universidad Juárez del Estado de Durango en colaboración con la Asociación de Historia Económica del Norte de México, en el cual se analizó el papel del empresario y el desarrollo empresarial en el norte del país, la Dra. Araceli Almaraz, del Departamento de Estudios Sociales de El Colegio de la Frontera Norte, dictó la conferencia Empresas y empresarios en Baja California: Un estudio comparativo entre Tijuana y Mexicali.
En entrevista sobre su participación, la Dra. Almaraz señaló que el objetivo de la ponencia era “hacer un análisis macrocausal de lo que incentivó el desarrollo de sociedades mercantiles en estas dos ciudades, las más importantes de Baja California; hacer también una demostración paralela de procesos que se dieron en este ámbito de desarrollo empresarial en ambos contextos, y también hacer un análisis de contraste”.
El objetivo del estudio era precisar las diferencias y similitudes que existen entre ambas ciudades, en concreto en sus trayectorias de conformación empresarial; ambas ciudades tienen vocaciones distintas, sin embargo es desde la década de 1920 que empezaron a perfilarse en su desarrollo económico y empresarial por distintos grupos, dijo.
En los dos casos, hubo una gran participación de empresarios estadounidense, es decir, el contexto para ambas ciudades fue crucial, “no podemos entender el desarrollo de las regiones fronterizas sin su relación constante con los grupos en UE, en este caso de California”.
La Dra. Almaraz explicó que Tijuana y Mexicali tuvieron dos trayectorias productivas distintas: “Vamos a ver a un Mexicali enfocado hacia el desarrollo del campo, en particular del Valle Agrícola de Mexicali; mientras que en Tijuana se verán actividades orientadas al turismo que abarcan una región más grande que empieza en San Diego y termina en Ensenada, siendo Tijuana el punto de paso”.
En cuanto a su población, la investigadora observa que ambas ciudades tuvieron un crecimiento similar, pero fue hasta la década de 1970 y 1980 que cambiaron las dinámicas de las ciudades, la población en Tijuana se disparó por su dinámica industrial de maquiladora y servicios asociados a la industria y Mexicali mantuvo sus niveles. De los primeros pobladores que hubo en ambas ciudades, se hallan hombres de negocios; en Mexicali hubo una participación de mexicanos, pero también de hombres procedentes de Estados Unidos, de España, de Francia, de Italia, Japón, Nicaragua, y algún ruso; en el caso de Tijuana el espectro se amplía a alemanes, argentinos, canadienses, chinos, estadounidenses, españoles, franceses, italianos, ingleses y suizos.
“Esto no quiere decir que hayan venidos de estos países, lo que tenemos son hombres de negocios que tienen estos orígenes pero que están ubicados en ciudades de Estados Unidos, y aquí, en este sentido, lo que se va a ver es una participación de personajes dedicados a crear empresas de muchas partes de Estados Unidos, no sólo de California”, comentó.
Este análisis rompe con el mito de que sólo los californianos tuvieron actividad empresarial en la región, “porque realmente ampliamos a muchos más estados de Estados Unidos, que van desde Kansas, Illinois, Washington, Carolina, Texas, que van a invertir acá”.
La Dra. Almaraz aclaró que las redes de empresarios que había en las regiones no eran plenamente localizables, es decir, empresarios que sólo se hallaban y hacían negocios en una región, sino que al contrario, “son empresarios que van a estar experimentando negocios en diferentes partes”, tanto en Mexicali como en Tijuana y Ensenada, son “empresarios asentados en la localidad pero que también tienen inversiones en las otras ciudades”.
Finalmente la doctora dijo que en el caso del desarrollo de Tijuana, la industria de servicios fue muy importante, pero también se abrieron empresas dedicadas a la explotación y exploración minera, “que tiene que ver con los hallazgos de ciertas piedras particularmente hacia la zona de Rosarito”, que en aquel momento era jurisdicción de Tijuana; en el caso de Mexicali, “va a tener otra trayectoria volcada hacia la agroindustria, primero hacia el algodón y luego hacia la alimenticia”, como es la fabricación de bebidas, cerveza, mezcal, vinos, harina, pasta, colchones, aceites, vegetales, y todos los derivados de algodón, además de la producción de pacas.
