El 24 de mayo se efectuó en Casa Colef, CDMX en Coyoacán el seminario coordinado por el Dr. José María Ramos, con la activa participación de Virginia Negro, Gerardo Rodríguez, Ricardo Márquez, Héctor Sánchez, José Luis Calderón. El objetivo general de este encuentro fue analizar los recientes cambios en el enfoque de la seguridad nacional previstos en el nuevo Plan Nacional de Desarrollo (PND) (2018-2024) y sus implicaciones en la gestión de las políticas de seguridad, drogas, migración y desarrollo fronterizo en la región sur y norte.
El nuevo PND sostiene que la denominada “guerra contra las drogas” impulsada en los dos sexenios anteriores no disminuyó el consumo y, por el contrario, convirtió un problema de salud pública en una crisis de seguridad nacional. Sin embargo, esta política promovida por Estados Unidos no ha reducido el tráfico de drogas en las fronteras mexicanas. Por lo cual, la cuestión es si tal cambio de enfoque disminuirá tales flujos, con una menor participación del gobierno de Estados Unidos, que reitera el enfoque de control y de seguridad en su frontera sur con México y en su política hacia Centroamérica.
Desde la perspectiva mexicana, este cambio de estrategia: “levantar la prohibición de drogas actualmente ilícitas”, favorecerá la reorientación de recursos que hoy se utilizan para combatir el tráfico a programas de desintoxicación y reinserción. Lo cual implica una priorización, pertinencia y fortalecimiento de capacidades institucionales para hacer una viable un nuevo enfoque reactivo, preventivo, táctico y estratégico.
Entre las conclusiones generales del seminario se encuentran:
Un cambio en el enfoque de la seguridad nacional a través de mantener el papel de las Fuerzas Armadas a través de la Guardia Nacional, con el propósito de reducir la eficacia integral de los grupos delictivos, tanto en la frontera sur como en la frontera norte mexicana.
Otro reto de la política de seguridad nacional será reducir la eficacia del tráfico de drogas en territorio mexicano y el orientado hacia Estados Unidos, al igual que la incidencia delictiva. En este marco, cabe plantear cuál será la propuesta de política pública del gobierno estadounidense en esta materia y si cambiará la colaboración y el enfoque a través de la Iniciativa Mérida, al igual que las iniciativas de prevención a través de USAID, al igual que los apoyos en materia de justicia penal, combate al lavado de dinero, capacitación policial.
El reto de la nueva política de migración mexicana será lograr conciliar la movilidad humana, el derecho de emigrar con las prioridades del Estado de regular, controlar y ordenar las migraciones internacionales y sus implicaciones con la seguridad nacional, en especial con las competencias que tendrá la Guardia Nacional en el control migratorio.
La iniciativa del Plan para Desarrollo Integral de Centroamérica es una iniciativa alternativa relevante, su gran reto es la capacidad de implementación con los recursos previstos, cerca de 30 mil millones de dólares, con las experiencias fallidas de programas anteriores, la limitada capacidad de los Estados centroamericanos para su viabilidad, el desinterés relativo del gobierno de Estados Unidos y si tal Plan podrá reducir el tráfico de drogas a través de la frontera de México con Centroamérica.