A pesar de los avances en geopolítica, la lógica de las fronteras entre países, construidas socialmente, sigue obedeciendo a dinámicas cartográficas. Esto significa que las formaciones naturales son instrumentalizadas como objetos desempoderados, agencia y desconectados de su situación geopolítica. Lo qué qué ha sido demostrado con el paso del tiempo, es qué todo lo qué se entiende como fronteras naturales, sí tiene agencia, y puede ocasionar problemas y variaciones en las divisiones políticas, además de repercutir en los movimientos migratorios.
Para deslindarse de la responsabilidad por las muertes de los migrantes, el Dr. Xavier Oliveras, investigador del Departamento de Estudios Urbanos y del Medio Ambiente de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef) señaló que, Estados Unidos ha optado por ver de manera absoluta la agencia del ya mencionado Río Bravo y de los desiertos por los qué tienen qué atravesar estos grupos humanos. De esta manera, desconectan a la geografía de su contexto sociopolítico, y por ende, el territorio se vuelve el único responsable por el destino de tantos migrantes. Esto es, una despolitización del paisaje.
Aunado a lo anterior, el investigador de El Colef planteó que, esta versión de los hechos puede refutarse a través de documentos que atestiguan que la letalidad del río no es absoluta en cada uno de sus puntos, que hay fracciones del territorio en que la muerte no es un resultado garantizado, y que esto se debe a la acción de los estados sobre esas mismas fronteras. La condición del río como frontera no es absoluta, sino relacionable, sujeta a las circunstancias que lo rodean. Así el río deja de ser un agente sin agencia, y se convierte en un elemento del mecanismo social y biogeofísico fronterizo, ensamblado con las políticas migratorias, la construcción social de los límites divisorios y la indefensión de los cuerpos frente a la naturaleza.
Como conclusión, el Dr. Oliveiras señaló que la agencia del río es fluctuante, y que depende en todo momento de las particulares circunstancias qué lo construyen como barrera de paso. Ya sea que destruya la propia frontera con su variación hidrológica, o que la modifique, el río, y en general el territorio, debe ser estudiado como parte de un sistema, y no como una forma de topografía sin agencia de ningún tipo.
La reflexión completa del Dr. Xavier Oliveras se encuentra disponible en: https://youtu.be/yE5RrlpMxe4
