El 25 de octubre el huracán Otis golpeó la costa de Guerrero y ocasionó una situación crítica por la falta de acceso a servicios básicos, la destrucción de las viviendas y los daños en los servicios públicos. La Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana declaró, en un inicio, 46 de los 85 municipios del estado como zonas de desastre. Ahora los esfuerzos del Estado están enfocados en la reconstrucción y, desde otros sectores, se discute si algo se pudo haber hecho para mitigar daños, además de buscar las áreas de oportunidad en cara al futuro.
En este sentido, El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), a través del Departamento de Estudios Urbanos y del Medio Ambiente, llevó a cabo el conversatorio “Impactos y reconstrucción de Acapulco, Guerrero, por el huracán Otis”, en el cual participaron las doctoras María de Lourdes Romo Aguilar y Gabriela Muñoz Melendez, así como los doctores Roberto A. Sánchez Rodríguez y Juan Manuel Rodríguez Esteves. La Dra. Patricia Rivera Castañeda fungió como moderadora del encuentro.
En términos generales, se planteó que Protección Civil se encuentra muy limitado en cuanto a recursos (económicos y humanos) para llevar a cabo una labor eficaz, pero que esto parte más por una cuestión normativa a la cual los tomadores de decisiones no han prestado la suficiente atención.
Por otro lado, coincidieron que en México no existen programas o protocolos de prevención, ante fenómenos climáticos; pueden existir en papel pero no hay aplicabilidad. Ejemplificaron con el caso de Japón, en donde la ciudadanía sabe cómo actuar ante fenómenos climáticos y que el gobierno dispone de personal capacitado para orientar, así mismo, pasada la contingencia, se realiza un ejercicio de evaluación por parte de la población para actualizar los protocolos. Aunado a lo anterior, comentaron que también Cuba y Bangladesh presentan una fuerte cultura de la prevención, en donde se han logrado mitigar las afectaciones a las personas. Por lo cual valdría una revisión de por qué esto no pasa en México.
En lo referente al proceso de reconstrucción, coincidieron que se deben revisar y actualizar los atlas de riesgo en el estado de Guerrero, pero que también es una oportunidad para el resto de las regiones. Así mismo, manifestaron que se debe repensar la manera en la que se construye, dado que al edificar tan cerca de la costa implica muchos riesgos.
Señalaron que el cambio climático va a ser un factor que propicia que fenómenos climáticos de alto impacto sean cada vez más frecuentes, por lo cual es necesario que se comiencen a generar protocolos de prevención de mano de la ciudadanía.
El conversatorio se encuentra disponible a través de: https://www.colef.mx/evento/conversatorio-impactos-y-recostruccion-de-acapulco-guerrero-por-el-huracan-otis/
