El pasado 26 de mayo se presentó el libro Historia, cultura y masculinidades en Tamaulipas en la XIV Feria Universitaria del Libro de Tamaulipas, libro del Dr. Óscar Misael Hernández Hernández, investigador de El Colegio de la Frontera Norte con sede en Tamaulipas, que reúne una serie de trabajos sobre la masculinidad y la construcción de identidades de género entre los varones en Tamaulipas, con un enfoque histórico en un primera parte y, por otro lado, estudia la masculinidad en contextos espaciales distintos como el campo y la ciudad.
En la primera parte, el libro se enfoca en la época de la Revolución Mexicana y la etapa de la posrevolución, centrándose en figuras icónicas de la ciudad y del país durante estos periodos históricos de conflictos político-militares, dijo el Dr. Hernández en entrevista para el Correo Fronterizo.
El libro vas más allá del estudio de estas figuras como políticos, militares, etc., y busca demostrar “cómo entre estos varones se construían imágenes y prácticas de la masculinidad al interactuar con otros hombres, pero también al interactuar con las propias mujeres”.
El doctor menciona que en estos contextos de conflicto se ponía en juego la “mística de la masculinidad”, es decir, “algunas cualidades como es la competencia, la dureza, el valor, la empatía o la apatía, ponían en juego eso y empezaba a dar unos matices de ser un hombre o de actuar como tal para el caso de estos varones que participaron en la revolución en el contexto de Tamaulipas o después de dicho periodo”.
Por otro lado, el libro explora lo que es ser un hombre en el campo y qué significa serlo en la ciudad, para ello, el doctor se basó en trabajos en pequeñas exploraciones etnográficas sobre las figuras de los vaqueros, de los rancheros y de los hombres rurales y encontró que “al menos para los varones que viven en contextos rurales en Tamaulipas se ha construido no una masculinidad rural sino una masculinidad con muchos matices de un viejo patriarcado […], pero también lo que se empieza a notar es que estas masculinidades en el campo son cuestionadas, redefinidas hasta cierto punto por las mujeres”.
A través de la información que llega de algunas instituciones como la Secretaría de Educación y a los medios de comunicación, “ellas empiezan a crear una conceptualización distinta de lo que significa no sólo ser un hombre sino también ser una mujer en los espacios privados y públicos, en el campo propiamente”.
“La cuestión de la dominación masculina no puede ser tan esencializada aun cuando tiene matices de un patriarcado arcaico”, dijo.
Señaló que la dominación masculina no es tan absoluta porque debido a que es constantemente cuestionada y hay disputas y negociaciones entre hombres y mujeres en el campo en relación a diferentes temas como la familia y el trabajo.
Finalmente, arguyó, el libro analiza a los varones en la ciudad y se basa en la experiencia de los varones que viven en la capital de Tamaulipas, ciudad que desde la década de 1990 empieza a vivir un proceso de modernización.
Aclaró que en las regiones como Ciudad Victoria, que fueron fundadas por familias migrantes, son las nuevas generaciones que nacieron ya en estos contextos los que empiezan a redefinir lo que significa ser un hombre, “especialmente entre los varones de clase trabajadora que ingresaron al igual que sus parejas en el mercado de trabajo remunerado”, en el mercado de trabajo local, en industria o en comercio; entonces, para algunos de ellos que viven en parejas, la idea del varón que vive como único proveedor cambia.
El doctor expresó que estos cambios no se dan sólo por la necesidad económica y la crisis, sino que además “son cambios por una necesidad de reorganización familiar, pero también de un redefinición de las relaciones y las identidades de género entre los varones en los contextos urbanos citadinos”.
