Los alumnos de la Maestría en Administración Integral del Ambiente de El Colef recientemente tuvieron una participación activa dentro del proyecto Salvemos la playa organizado por el Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental (PFEA).
La invitación realizada por el PFEA y con el apoyo de la coordinación de la MAIA a través de su titular, la Dra. Gabriela Muñoz, es como los estudiantes se dieron a la tarea de mostrar a la comunidad tijuanense que hay otras alternativas antes de disponer los desechos en el camión de la basura, por ejemplo, reciclar, reutilizar y reducir. Además, se colaboró con el registro de participantes, la recolección y el pesado de basura, el levantamiento de encuestas y en las operaciones en el centro de control, lo cual permitió una mayor interacción entre la comunidad y los organizadores del evento.
La intervención informativa de los estudiantes de la MAIA se realizó en tres principales rubros: de sensibilización, recreativas e informativas. Entre las informativas se exhibió un cartel del ciclo de vida de la botella de plástico con datos sobre los insumos que necesita en su elaboración, su consumo y su desecho, así como los residuos que se generan en todos estos procesos; también se mostraron mapas con la ubicación de los centros de acopio de residuos que existen en Tijuana; como actividad recreativa se presentó el “botiche”, un juego donde la gente podía jugar a los bolos hechos con botellas de plástico que se tiraban con un coco, con esta actividad se mostraba a los asistentes que los residuos pueden ser reutilizados antes de tirarlos al bote de basura.
Por último, las actividades de sensibilización se aprovecharon para mostrar cómo “la basura” que uno tira tiene grandes impactos cuando ésta termina en los lugares inapropiados. Se colocó un “cementerio de bolsas”, un sendero en la playa donde se “plantaron” bolsas formando un largo camino en el que se incluían mensajes sobre su uso indiscriminado y sus afectaciones. Así mismo, se realizó la actividad “como pez en el agua”, un sensorama que consistió en un espacio cerrado que simulaba al mar y en el que “flotaban” los desechos que genera el ser humano; se hacía pasar a la gente con los ojos vendados y se le guiaba dentro del camino, al final se le retiraba la venda para que viera qué era con lo que había chocado y se diera cuenta que la fauna marina sufre esta situación, dada la mala disposición de los residuos.
Para los estudiantes, la experiencia de participar en este evento fue muy positiva. Por un lado, se logró cumplir con el principal objetivo de convivir y participar con la comunidad tijuanense para proporcionarles información sobre la basura que generamos y cómo afecta a otras especies; por otro lado, ayudó para la integración del grupo y reflejó el compromiso que tienen con la preservación del ambiente en colaboración con la comunidad, estrechando el vínculo Ambiente-Comunidad-Academia.
