El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) informó en el reporte de 2014 que el incremento de la temperatura, de 1850 a 1900 era de un grado centígrado, y por ello, en el acuerdo de París de las Naciones Unidas en 2015, en la convención del marco de las Naciones Unidas para el cambio climático, se estableció como límite seguro un incremento de la temperatura de 1.5 grados centígrados para el 2050.
En este sentido, el Dr. Roberto Sánchez, investigador del Departamento de Estudios Urbanos y del Medio Ambiente de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), así como miembro del IPCC, señaló que en su momento se pensó que el parámetro anterior podría ayudar a mantener a la humanidad en cierto nivel de seguridad, para evitar mayores daños asociados a eventos climáticos, y que para el fin de siglo en 2100 se llegara a un incremento de la temperatura de 2 grados centígrados.
Sin embargo, el más reciente informe presentado este año por el IPCC, señala que con base a los nuevos modelos de análisis; se muestra que el incremento de la temperatura realmente fluctúa entre 1.2 grados centígrados. Un incremento más rápido de lo que se estimaba hasta hace unos cuantos años. El Dr. Roberto Sánchez advierte sobre la probabilidad de que incremente la temperatura a 1.5 grados centígrados en el año 2030, no en el año 2050 como se estimaba en el acuerdo de París.
Los efectos más evidentes que acompañan a estas transformaciones de largo plazo son: la pérdida de hielo en el Ártico, el derretimiento de capas de hielo en Groenlandia. La pérdida de glaciares en zonas montañosas, el calentamiento de los océanos profundos y la pérdida de las capas de suelo en la tundra. El Dr. añade; que dichas capas de suelo acumuladas poseen altas cantidades de metano que al derretirse, escapan a la atmósfera y agrava el calentamiento global. También comenta que revertir tales efectos llevaría siglos, en el mejor de los casos.
El Dr. Roberto Sánchez afirma que las Naciones Unidas han advertido los últimos años, junto a otras Organizaciones como el Banco Mundial y organizaciones gubernamentales e internacionales.Y han puesto la voz de alarma sobre la situación en la que nos encontramos y la inmensa necesidad de empezar a tomar acciones mucho más serias. Estas acciones tendrían que ver con la mitigación de gases que provocan el efecto invernadero. Explica que en países como México es indispensable que empiecen a tomar mayores acciones de adaptación. Es necesario que el país se prepare para un calentamiento global mucho más intenso.