El 24 de octubre se llevó a cabo la ceremonia del XXV Aniversario de la revista Frontera Norte, la cual se ha sido reconocida nacional e internacionalmente por la calidad de su contenido. El Dr. Miguel Olmos Aguilera, actual director de la revista Frontera Norte, reconoció la trayectoria obtenida hasta su 25 aniversario y la describió como una herramienta con capacidad de integración dirigida hacia una escala creciente y global.
En el evento inauguró con el Dr. Michel Agier, del EHESS en París, con la presentación «Del hombre frontera a la condición cosmopolita”. El investigador mencionó que la realización humana ha quedado rezagada por la política y la economía condicionada por la globalización, la cual también complica las fronteras. Desde un punto de vista antropológico, el aumento de personas cosmopolitas va más allá del multiculturalismo. El contexto para un mundo común, globalizado, es el compartido por todos los seres humanos a pesar de desigualdades económicas, políticas y sociales. Sin embargo, la realidad contemporánea define a la globalización como un nivel de diferencia entre un país y otro, definiéndose como mundialización: «esquematización de la destrucción del mundo», mencionó el ponente.
Citando a autores como Immanuel Kant, sobre el derecho de ciudadanía mundial; Étienne Balibar, sobre cosmopolitismos alternativos y la política del mundo según principios de universalidad y a Judith Butler, sobre la cohabitación o el acuerdo político a escala de cosmopolítica, agregó que para salir del multiculturalismo se debe retomar y revalorar la discusión, pues se trata de un movimiento ideológico que se debe replantear: «Describir la identidad es siempre describir otra cosa: la relación con los otros, con el lugar; se habla, más bien, de las pérdidas de identidad, mientras que la identidad en sí nunca es una verdad que pueda describirse y que sea suficiente para hablar de la sociedad o de la política», comentó el investigador de origen francés. La realidad es una forma de presencia en el mundo, no situacional e identitaria. Las personas en movimiento son frenadas por las fronteras que, en contra de cualquier realidad identitaria, consideran extranjerías relativas. «Los extranjero y ajeno se relativizan. Es necesario desaparecer la alteridad, o bien, el descubrimiento de la singularidad del otro», esto a través de la conversación democrática.
Respecto a la identidad de origen, comentó que se vuelve un tema importante para los lugares en que residen los migrantes, que son pequeños mundos cosmopolitas. La condición cosmopolita define las figuras de movilidad y las posiciones de extranjería, pues las personas en desplazamiento experimentan forzosamente las fronteras. Para ello, agregó, es necesaria una antropología social. La movilización es una experiencia para repensar los marcos de la alteridad y la cosmopolítica más allá del multiculturalismo porque los hombres-frontera no pertenecen a los lugares de origen que sus discursos presumen.
En la participación del Dr. José Manuel Valenzuela investigador del departamento de Estudios Culturales de El Colef agregó que la visión cosmopolítica apuesta al mundo común, integrador, pero que «incluye márgenes paradójicos para repensar su situación a partir de las cuatro figuras propuestas por el Dr. Miguel Agier». El individuo cultural que vive en la frontera vive bajo condiciones y códigos culturales propios de sus sentidos de vida. Además, «no existe ninguna identidad esencialista, es cambiante, sólo son para clasificación social, diferenciación relacional que tiene que ver con estigmas, estereotipos y prácticas que impiden la buena convivencia».
La esencialización de las identidades es un planteamiento que prevaleció en el siglo XX y descoloca los procesos del viajero y le agrega resignificados de forma muy distinta según las adscripciones de los grupos. La base social mestiza con relación del dominio de culturas europeas sobre africanas y americanas se dio a través de la esclavitud, hoy es a través del mundo globalizado. La visión cosmopolítica enseña el discurso de negociación y conflicto entre culturas distintas y abre la posibilidad del mundo común.
Usar el lenguaje como herramienta para referir al otro es una trampa identitaria. Los individuos son sometidos a la identidad colectiva y no tienen subjetividad, cayendo en la facilidad de confundir una verdad como superpuesta y transparente a la manifestación política, la cual se traduce en un contexto del lenguaje. La condición cosmopolita es la base social pero también existe la voluntad de hablar de un humano genérico, la persona-frontera, concluyó el ponente.
La siguiente participación corrió por parte del Dr. Mohamed Kamel Doraï, de la Unviersité de Poitiers, París. quien mencionó que el medio oriente está pasando por conflictos de inmigración, políticos y sociales. La migración ha aumentado a un millón de refugiados de Siria. Esto es un desafío para los Estados del Medio Oriente, aclaró el Dr. Doraï. Asimismo, resaltó que los conflictos de límites de nación en el Medio Oriente han sido un conflicto histórico y que los movimientos migratorios representan una constante de diásporas. Han surgido nuevas formas de migración y nuevas categorías a migrantes sin embargo los límites de un Estado no es la única cruzada por un migrante. Se trata de una serie de fronteras, agregó.
La creación de la geografía fragmentada en el caso de Palestina plantea un proceso complejo en la creación del Estado. Los diferentes Estados, a su vez, crean nuevas fronteras y divisiones internas, además sociales, que van aumentando tras cada conflicto entre estos entre sí.
Hoy en día, dos millones de palestinos todavía viven en refugios. Comentó que un movimiento nacional podría borrar esas fronteras entre los campos palestinos y la ciudad. Dentro de los mismos campos hay límites en donde palestinos y libaneses trabajan juntos. Las diferentes comunidades convergen en dichos campos para refugiados, sobre todo en las zonas comerciales. Tanto iraquíes como palestinos intentan recrear interacciones locales, ambas sociedades realizan prácticas de autoafirmación identitaria.
