El 17 de octubre el Dr. Gilberto Conde Zambado del Centro de Estudios de Asia y África (CEAA) del El Colegio de México presentó la conferencia “El conflicto en Siria y los juegos de poder internacionales en un mundo polarizado” en las instalaciones de El Colegio de la Frontera Norte.
Tal evento tuvo el fin de enfocar el conflicto de Siria y los juegos de poder internacionales que han sucedido en los últimos años y, particularmente, en los últimos meses.
El investigador planteó que el conflicto en Siria más bien sintetiza varios conflictos geopolíticos. Si bien, la primera manifestación contra el gobierno se llevó a cabo un pueblo pequeño, su cobertura en los medios fue la detonante que llevaría el descontento a otros pueblos y ciudades para, posteriormente, provocar un levantamiento nacional en reacción a las medidas represoras del régimen.
“Lo que empezó como una insurrección pacífica por demandas legítimas se volvió una guerra civil con tintes confesionarios, es decir, de grupos religiosos”. Luego se volvió un conflicto geopolítico por los intereses involucrados de potencias extranjeras.
Medio Oriente se caracteriza por contar con una de las rutas comerciales más importantes, sobre todo el Canal de Suez que, por ejemplo, permitió a Gran Bretaña mantener colonizada a la India y comercializar con China. Es también una región clave para energéticos.
En Siria existen dos grandes grupos de poder del Islam, a pesar de que el gobierno actual es de un partido nacionalista árabe no religioso. Sin embargo, existen otras agrupaciones de poder, no sólo comunitarias y religiosas. El conflicto, explica el investigador, se dio más bien entre relaciones de clase, aunque no bien definidas, entre los agricultores (que habían sido beneficiados durante muchos años por el gobierno de Siria), y los sectores medios como empresarios que se vieron beneficiados con las nuevas políticas neoliberales del régimen.
Las oposiciones, en un principio pacíficas, contra el régimen de Bashar al Asad eran los grupos culturales, partidos comunistas y poblaciones afectadas en general, como el caso de los agricultores. Posteriormente se anexaron las guerrillas que llevaron el discurso religioso, convirtiendo la guerra civil en guerra santa.
La perspectiva internacional, como desde Europa e Israel, es que la situación en Siria no está definida, pues aunque parezca que el mundo se está polarizando, agregó el Dr. Conde, se da a través de múltiples alianzas y polarizaciones. La primera situación aclaratoria sería que el mismo régimen propusiera una solución, pues “no habrá una revolución sin potencias extranjeras”.
Destacó que el conflicto político sigue inestable a pesar de la situación humanitaria. Se están dando millones de movilizaciones dentro del país, existen 2 millones de refugiados dentro una población total de 22 millones. Los refugiados en países vecinos, sin embargo, tampoco mejoran su calidad de vida. Lo que el investigador resalta es que se trata de una población “que debería tener las posibilidades de lograr algo”.
