Como parte de las participaciones externas de su comunidad académica, El Colegio de la Frontera Norte informa que la Dra. Silvia Mejía Arango, investigadora del Departamento de Estudios de Población, expuso en el SDSD-Department of Sociology Fall 2014 Seminar Series en la sesión del 18 de noviembre.
En su participación expuso el tema: “Mental Health among mexicans and mexican americans: the case of elderly”. En tal, afirmó que entre los aspectos relevantes para entender el envejecimiento de la población y la calidad de vida de la población envejecida no solo está la salud mental, sino también la salud física, los primeros años de vida, los hábitos de salud, la seguridad social y pensiones, funcionalidad, mortalidad, ayuda familiar y migración.
Sin embargo, los aspectos particulares que se estudian al investigar sobre salud mental son el estatus emocional, la cognición, el apoyo familiar y social, el capital social, síntomas psiquiátricos y la salud física. En cuanto a la cognición, que se refiere a las capacidades mentales, se estudia la memoria, la atención, las habilidades espaciales visuales, el lenguaje y la ejecución motora.
Los cambios en la cognición a lo largo del envejecimiento traen consigo el declive de las habilidades necesarias para llevar a cabo actividades cotidianas. La salud mental, aclaró la investigadora, empieza a deteriorarse a partir de los 60 años, y es alrededor de los 70 que es más común presentar síntomas de demencia, las cuales van incrementando hasta la completa dependencia del individuo.
Entre los factores que intervienen en este fenómeno, están la genética (la cual puede llegar a determinar el 100% de probabilidad de demencia), un bajo nivel educativo, la presencia de diabetes, hipertensión, colesterol alto, enfermedades vasculares, y enfermedad pulmonar crónica obstructiva; también afectan los hábitos de salud no directamente relacionados, como fumar y consumir alcohol, así como ansiedad y depresión.
En México 9% de la población tiene más de 60 años, esto es 10 millones de habitantes. De estos, 50% tienen entre 60 y 69 y 30% entre 70 y 79 años. Además, 9 millones de mexicanos tienen entre 50 y 59 años. Esta población envejecida tiene dificultades para la realización de actividades cotidianas. Son analfabetos en un 30%, con inseguridad económica y bajo acceso a la educación.
En el estudio se encontró que el 1% de la población entre 60 y 69 años padece demencia. En el caso de la población entre 70 y 79 años, la padece el 4%. Pero entre los adultos mayores de 80 años llega a sobrepasar el 20%.
En Estados Unidos, por otro lado, la población mexicana envejecida es el subgrupo con mayor crecimiento, alcanzando en 2011 el millón 300 mil habitantes para quienes, tras la migración, cambia el factor de riesgo de enfermedades mentales por el cambio de hábitos, la desventaja socioeconómica y la falta de educación formal. Además, cambian también las expectativas de vida y la asociación de roles. Y, en conclusión, los migrantes mexicanos en Estados Unidos tienen mayor riesgo de padecer enfermedades mentales por su vulnerabilidad.
