Como parte de las actividades externas de la comunidad académica de El Colef, el Dr. Alfredo Hualde Alfaro llevó a cabo la conferencia “Cómo hacer ciencias sociales en el siglo XXI y no morir en el intento” el día jueves 26 de septiembre en las instalaciones del Centro Estatal de las Artes Ensenada (CEARTE), dentro del marco del 40 aniversario del CICESE.
En su presentación expuso los dilemas de las ciencias sociales como su cientificidad, su papel en la globalización, el lugar que tienen en México y qué se puede hacer al respecto.
Para el Dr. Hualde, el sentido de las ciencias sociales es el de entender y explicar los fenómenos contemporáneos, así como predecir las tendencias para prevenir, explicar y orientar.
Además, hizo una oportuna distinción entre ciencias sociales y ciencias humanas, resaltando que lo que importa finalmente son las epistemologías subyacentes y las metodologías (estadísticas, estudios cualitativos, hermenéutica). Asimismo, expuso un recuento de su origen, temáticas generales y expansión en el siglo XX.
Sobre su papel en la globalización, mostró datos estadísticos sobre las ciencias sociales en el mundo, como que el 75% de las revistas de ciencias sociales en el mundo se editan en Europa y América del Norte; el 85.3% de las revistas universitarias de la base de datos del Ulrich se editan en inglés; y uno de cada cinco doctores en ciencias sociales que trabajan en Estados Unidos proceden de países extranjeros. Por otro lado, China y Brasil han aumentado en presupuesto y número de investigadores progresivamente.
En México, aclaró el investigador, no hay un buen diagnóstico actualizado, sin embargo Comecso ya se ha adentrado a este proyecto. “Los científicos sociales casi se triplicaron en los últimos 10 años en el Sistema Nacional de Investigaciones”, aclaró.
En los últimos años las ciencias sociales han ido de la mano con los cambios más notables, como el paso de las dictaduras a la democracia, la inserción en la globalización y apertura económica, la persistencia de la pobreza y la redefinición del modelo de modernidad. Estos factores, en su conjunto, repercuten en la sociedad de distintas formas. El problema de identidad cuestiona “lo social” e integra otras o nuevas disciplinas, obligando a la interdisciplinariedad y dejando de lado “los grandes paradigmas omnicomprensivos”.
Asimismo presentó temas de debate que giran torno a las ciencias sociales en México. Se sigue discutiendo sobre centro y provincia, ciencia básica y ciencia aplicada, formas de financiamiento, consultores y científicos mediáticos, formas de evaluación y temas emergentes.
La relevancia de las ciencias sociales gira en torno a sus resultados científicos, obtenidos por metodologías rigurosas, que construyen comunidades con criterio autónomo y distancia crítica de los problemas sociales, y se consideran una forma distinta de práctica política. Por otro lado, las políticas de apoyo público hacia las ciencias sociales han dado como resultado “la comercialización de la investigación, la multiplicación de los centros de investigación y de las empresas de consultoría fuera de las universidades, el incremento en la competencia por el financiamiento, una mayor atención a la calificación internacional de las instituciones, y un incremento gradual en las evaluaciones basadas en indicadores cuantitativos”.
