El día 16 de octubre se presentó la conferencia «Los desafíos ante las reformas estructurales y las perspectivas económicas de México» por el Dr. Alejandro Díaz Bautista en las instalaciones de El Colegio de la Frontera Norte.
El investigador comenzó afirmando que: «De resultar exitosas, las reformas estructurales podrían servir de guía a otras economías de América latina para tener un crecimiento económico e independiente». Tras la relevancia que ha cobrado México a nivel internacional debido a sus fundamentos económicos, la urgencia de reformas se refleja en la calificación de la deuda soberana de México, la cual es más alta que la de Brasil.
El crecimiento del país ha sido insatisfactorio de acuerdo a las medidas tomadas en los últimos años. Se ha observado un fenómeno de menor desempeño. «Ha bajado el crecimiento, hay una parálisis y cese de pagos en Estados Unidos que va a pegar en la economía de México y la economía mundial» comentó el doctor. Dicha tensión se apodera de los mercados financieros y afecta negativamente a las monedas como el peso, agregó el académico.
La reforma hacendaria espera mejorar el nivel de vida, simplificar el sistema fiscal, etcétera. Mientras que la reforma energética busca impulsar el sector hasta convertirlo en uno de los motores del crecimiento económico. Los hidrocarburos seguirán siendo propiedad de la nación, dejando a Pemex como empresa pública de carácter productivo.
En materia de hidrocarburos, hubo una caída muy grande a partir del último sexenio. La falta de gasoductos son el principal problema que la reforma sugiere solucionar, pues: «el gas es uno de los energéticos más baratos». Agregó que se construirán gasoductos para las reservas de gas en el norte de México.
Para aprobar la reforma energética, la iniciativa del Ejecutivo Federal es mantener el control del sistema energético nacional y mayor flexibilidad operativa, así como reforzar las facultades de planeación. Con tal, se espera el crecimiento del 1% del PIB y 2% para el siguiente año, consecuentemente, 2.5 millones de empleos en 2018.
La reforma de telecomunicaciones, ya aprobada, abre mayor competitividad en los sectores, contiene la creación del Instituto Federal de Telecomunicaciones, a cargo del sector, el acceso digital, mayor inversión extranjera y tribunales especializados. Los ejes fundamentales es la libertad de expresión y acceso a la información, actualización del marco legal, fortalecimiento del marco institucional, sustitución de la Cofetel y mayor apertura a la inversión extranjera.
La reforma financiera será otro motor del crecimiento económico. «A pesar de la baja crediticia, quiere que la banca preste más y más barato», agregó. Esta reforma plantea cambiar el marco legal y reducir el impacto de los costos financieros. Otra reforma importante es la Reforma en Ciencia y Tecnología, a la que se le quiere dedicar el 1% del PIB. Su prioridad es aumentar el número de investigadores, los centros de investigación y el número de patentes.
La reforma laboral mencionó Díaz Bautista, en general maneja esquemas de subcontratación o contrataciones por temporadas, por horas, a prueba, posibilidad de capacitación y hasta 12 meses de salarios caídos, así como prestaciones y ascensos de acuerdo a productividad y aptitudes.
La reforma hacendaria propone la eliminación del impuesto a depósitos, a alimentos, transporte, servicios públicos, libros y revistas. En cambio lo agrega a chicles, alimento para mascotas, fiscal automotriz, espectáculos públicos, entre otros. Los impactos en recaudación se plantean en 1.4% del PIB en 2014 y 3% en 2018.
«México debe avanzar con las reformas porque la economía se está desacelerando», concluyó así el investigador.
Por otra parte, el Dr. Eliseo Díaz, investigador del Departamento de Estudios Económicos, agregó que en México ya se ha privatizado todo y sólo se está buscando un balance. Se han abierto todos los aranceles «y si vemos los resultados en términos de crecimiento, son bastante mediocres». Hay números muy grandes de desempleo, desigualdades, el país que ha tenido más éxito en crear millonarios en el mundo y otras fortunas que están creciendo a la saga de esas reformas. Una constante es una política industrial. Se ve la reforma energética como un motor para crecer y una reforma fiscal para mejorar la distribución. Sin embargo no se plantea de forma clara cómo se va a financiar.
La apertura de todo el sector energético es para llamar a otras empresas mientras que Pemex sea sólo una más. «El país requiere un cambio estructural, pero deben ser reformas que beneficien a la población, que den más empleos y más dignos, que los empresarios locales tengan mayores oportunidades de participar en los mercados, etcétera», agregó el investigador en su intervención.
