El Dr. José María Ramos reflexiona sobre la reciente controversia diplomática
El pasado 5 de abril, en Quito, Ecuador, la policía ecuatoriana irrumpió, bajo órdenes del presidente Daniel Noboa, en la embajada mexicana emplazada en dicho país, esto con el objetivo de apresar al ex-vicepresidente ecuatoriano Jorge Glas, quien sirviera a su gobierno durante el mandato del ex-presidente Rafael Correas y quien era perseguido por la actual justicia del actual mandatario. El suceso, como era de esperarse, desencadenó una serie de acciones y reacciones a nivel internacional, que pusieron en debate cuestiones como la soberanía nacional, la violación de convenciones gloables y las relaciones diplomáticas en la era moderna.
El Dr. José María Ramos, Investigador en el Departamento de Estudios de Administración Pública de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), comentó que este suceso adquiere una mayor grado de complejidad cuando se considera que, en fechas previas, se estaban llevando a cabo importantes negociaciones entre México y Ecuador en materia de migración, comercio y seguridad nacional. El suceso pondría entonces un lastre en este y otros procesos en materia de diplomacia, y del cual se iban a ver beneficios para ambos países.
En un contexto en el que la gran mayoría de los países de Latinoamérica y algunos de la esfera global han reprobado las acciones del gobierno ecuatoriano y respaldado al estado mexicano, el doctor señala la importancia de llevar todo tipo de procesos, incluso los judiciales o penales, dentro de los marcos del estado de derecho tanto nacional como internacional, con el fin de evitar retrocesos en el afianzamiento de las relaciones diplomáticas internacionales.
