En febrero de 2025, el gobierno de Estados Unidos marcó un parteaguas en su política de seguridad al designar oficialmente a seis organizaciones criminales mexicanas como organizaciones terroristas extranjeras y terroristas globales especialmente designados. Esta acción no solo representa una etiqueta política o simbólica; implica un reordenamiento profundo de los recursos, prioridades y enfoques del aparato judicial y migratorio estadounidense. Se trata, como lo señala el memorando emitido por la Fiscalía titulado Eliminación Total de los Cárteles y de las Organizaciones Criminales Transnacionales, de un cambio de mentalidad: ahora el objetivo ya no es solo contener, sino eliminar completamente la presencia de estos grupos dentro del territorio estadounidense.
Este viraje se traduce en decisiones concretas que priorizan la eficiencia operativa por encima de los procedimientos penales clásicos. Una de las medidas más notorias es el recurso a la expulsión expedita de personas investigadas por vínculos de bajo nivel con estos grupos criminales, especialmente aquellas sin estatus migratorio regular. Esto evita los costos de tiempo y dinero asociados al juicio penal. Aunque estas prácticas ya eran comunes, lo novedoso radica en el uso estratégico de imputaciones indirectas para justificar deportaciones, incluso hacia prisiones de máxima seguridad en terceros países como El Salvador.
La designación de cárteles mexicanos como entidades terroristas no solo redefine su estatus jurídico, sino que también intensifica la lógica punitiva transnacional. Para México, este giro estadounidense podría tener consecuencias serias en materia de cooperación bilateral, derechos humanos y soberanía. Lo que está en juego no es solamente una categoría legal, sino la manera en que se concibe y combate el crimen organizado a ambos lados de la frontera.
Para el Colef Press de esta semana, el Dr. Jesús Pérez Caballero, Investigador por México de SECIHTI comisionado a El Colef, Unidad Matamoros, reflexiona sobre este mismo tema, ys sus posibles repercusiones a mediano y largo plazo en las relaciones bilateral México-EE.UU. La reflexión completa del Dr. se encuentra disponible a través del siguiente enlace: https://youtu.be/kUJ1s7dSZlQ
