Si un árbol cae: la historia del Frente de Liberación de la Tierra

Si un árbol cae: la historia del Frente de Liberación de la Tierra cuenta la historia de una célula del Frente de Liberación de la Tierra (FLT), una red de grupos que intenta detener la explotación y destrucción del medio ambiente a través de acciones más relacionadas con la guerra de guerrillas.

En diciembre de 2005, Daniel McGowan fue arrestado por agentes federales en una operación nacional de ecologistas radicales que participan con el Frente de Liberación de la Tierra – un grupo que el FBI ha llamado como la «amenaza número uno en terrorismo doméstico». Durante años, el ELF (por sus siglas en ingles) -que opera mediante células anónimas sin ningún tipo de dirección central- había iniciado espectaculares incendios provocados contra docenas de empresas a las que acusa de destruir el medio ambiente: las empresas madereras, los concesionarios de vehículos utilitarios conocidos como “SUV’s”; los mataderos de caballos salvajes, y un albergue de esquí valuado en12 millones de dólares en Vail, Colorado.

Con la detención de trece, Daniel y otros, el gobierno había roto lo que probablemente fue la célula más grande de ELF en Estados Unidos y derribó al grupo responsable de los primeros incendios provocados por ELF. La documental cuenta la extraordinaria historia de la ascención y caída de esta célula de ELF, centrándose en la transformación y radicalización de uno de sus  miembros.

En una crónica policíaca de intriga y radicalización, Daniel hace un recuento desde el arresto domiciliario enfrentando cargos que podrían llevarlo a cadena perpétua, de cómo se involucró con el Frente de Liberación de la Tierra. Y en el camino plantea preguntas difíciles sobre ecología, activismo y la forma en que definimos el terrorismo.

A partir de imágenes de archivo sorprendentes – muchos de ellos nunca antes vistas – y entrevistas íntimas con los miembros de ELF, y con el fiscal y el detective que los persigue, Si un árbol cae explora el tumultuoso período de 1995 hasta principios de 2001 cuando los ecologistas se enfrentaban con las compañías madereras y la aplicación de la ley; en una época en que el término «terrorismo» aún no había sido alterado por el 9/11.