La cultura como instrumento de política exterior. El caso de Los Ángeles

El Colegio de la Frontera Norte en el marco de la 3ra. Muestra de Cine Fronterizo invita a la presentación del libro «La cultura como instrumento de política exterior. El caso de Los Ángeles«, con la participación de los autores Juan Carlos Mendoza Sánchez y Alejandro Pelayo Rangel, Director de la Cineteca Nacional.

Sinopsis.
Apoyada en su poder nacional, la proyección cultural de los países en el mundo ha sido concomitante a la expansión de las grandes potencias. Eso explica por qué la proyección cultural más penetrante ha sido casi siempre la de los poderosos. Para las naciones con poder limitado como México, que desde su nacimiento se vieron hostigadas y en peligro constante de pérdidas de su territorio, la política de promoción cultural llegó tarde y se hizo, por lo general, a través de esfuerzos coyunturales y aislados.

Además de reconstruir evidencias de la vieja amistad entre cultura y diplomacia mexicana, el libro presenta el testimonio de un diplomático de carrera en activo y del último superviviente de los agregados culturales enviados al exterior por el primer gobierno de la alternancia, escrito con el propósito de socializar las experiencias de la estrategia de difusión cultural utilizada en el Consulado General de México en Los Ángeles, el más grande e importante de nuestro país en el mundo.

Los autores sostienen que si bien la cultura ha estado presente de múltiples formas en la política exterior de México, nunca había sido incorporada de manera planeada como instrumento de política exterior para apoyar la consecución de un objetivo nacional estratégico sino hasta la negociación del TLCAN, y que el primer intento de incorporarla como política de Estado con el apoyo de personalidades del mundo de la cultura y las artes lo realizó el Canciller Jorge G. Castañeda al inicio del gobierno del Presidente Vicente Fox Quesada.

Para ellos, la promoción de la cultura como expresión del poder suave, constituye un valioso instrumento para influir positivamente en las percepciones de las audiencias extranjeras y para mejorar la imagen internacional del país. Su testimonio seguramente será de utilidad tanto para los jóvenes diplomáticos que tienen el reto de proyectar la grandeza mexicana en el mundo desde la trinchera del servicio exterior, como para aquellos mexicanos y amigos de México dispuestos a participar en la tarea de alinear la imagen internacional del país con su realidad nacional, a través de la diplomacia pública.

Entrada libre.