México junto con otros países de América Latina comparten historias y legados industriales con ciertas similitudes. El despegue industrial y de las comunicaciones hacia la segunda mitad del siglo XIX, los sectores y ramas privilegiadas, la combinación de capital financiero local y extranjero, así como el devenir de las llamadas desestructuraciones en el escenario global son marcos generales de esa historia común.
Fundidora de Monterrey es el motivo perfecto para convocar a colectivos, sociedad civil, artistas, academia, entidades privadas y gubernamentales a reflexionar y exponer sus experiencias en materia de la memoria y el patrimonio industrial.
El congreso está diseñado para dar cabida a las multifacéticas expresiones de la industrialización, iremos más allá de la dimensión económica: su impacto en el paisaje, la desindustrialización, la memoria desde los trabajadores y sus familias, la conservación y descuido del legado industrial material e inmaterial, así como las expresiones artísticas de esta actividad.
PARA SU CONSIDERACIÓN
Entrada libre
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