El Colegio de la Frontera Norte realizó un estudio con la finalidad de caracterizar a la población de usuarios que asiste al Desayunador Salesiano “Padre Chava”, el cual presta sus servicios a la población vulnerable en Tijuana, para definir estrategias de atención acorde con las necesidades de esta población.
A 16 años de su apertura el Desayunador Salesiano Padre Chava ofrece servicios de desayuno, llamadas telefónicas, cortes de pelo y uso de regaderas hasta a mil personas diariamente. La ubicación y las condiciones en las que opera han cambiado junto con el tipo de personas que atiende pero que tienen en común la necesidad de alimento y servicios de comunicación e higiene personal.
En la presentación de este estudio, el Dr. Tonatiuh Guillén, Presidente de El Colef, resaltó el compromiso hacia la migración como «un tema de atención histórico por parte de El Colef». El objetivo del estudio es ser un perfil de los usuarios del desayunador «para construir juntos (instituciones de gobierno, organismo de la sociedad civil, instituciones académicas) rutas alternativas, conociendo esta población y sus derechos”.
En una declaración por parte de la Dra. Marie-Laure Coubés, declaró que éste sirve «para saber las necesidades y expectativas a futuro» de los asistentes al desayunador. Para su elaboración participaron también el Dr. Eduardo González Fagoaga, la Dra. Silvia Mejía Arango, el Dr. René Nevarez Sanchez, y la Dra. Laura Velasco Ortiz, en colaboración con el Dr. Luis Calva Sánchez.
Entre los resultados, se encontró que predomina una mayoría de asistencia masculina por un 92%, con un promedio de edad de 46 años. De esta población, el 40% reportó estar soltero y 72% dijo que tenía hijos, sin embargo, el 67% confesó vivir solo.
Sobre el nivel de escolaridad, el promedio fue de 8 años, un 58% había dejado la secundaria incompleta, y 15% contaban con educación superior o media superior.
Se estudió la ocupación actual y la que han tenido la mayoría de su vida. Los resultados reflejan «una caída social porque su situación no corresponde a lo que tuvieron la mayor parte de su vida», lo cual expresa cómo afecta la deportación en su vida, expuso la investigadora.
Otra de las características de los usuarios es que el 46% tienen un domicilio en alguna parte de la ciudad. Un 16% vive en el bordo, y un 8% vive en la calle. Sobre la procedencia, solo un 3% no son de México, hay una mayoría (18%) de Baja California, pero que todos los estados están representados, excepto Yucatán y Campeche.
De esta población, el 83% había residido en California un promedio de 17 años, y el 70% había sido deportado, por lo que «hay una vulnerabilidad específica por parte de los usuarios que han estado mucho tiempo en Estados Unidos». 35% había vivido ahí más de 20 años y 62% lo hizo por más de 10 años.
Una de las razones para permanecer en Tijuana, por parte de los deportados, era que su familia seguía viviendo en California. Las detenciones a esta población se por parte de la policía se habían efectuado hasta a una mitad en los últimos 15 días, y un 19% fue detenida 1 vez o más por semana. Señaló que las razones de esas detenciones no eran delitos, en un 48% había sido por deambular.
El diagnóstico de salud reportó problemas, el 20% de los menores de 60 años y 41% de los mayores reportaron tener alguna enfermedad. El 62% de este último grupo reportó síntomas de depresión y ansiedad.
Finalmente, las líneas de atención consideradas por el estudio apuntaron a reforzar las atenciones directas como la prestación de servicios básicos como alimento, ropa, albergue, y atención psicológica. También la capacitación ocupacional para diversos empleos tomando en cuenta que el 61% habla inglés y los niveles de estudios son relativamente bajos.
Este estudio fue presentado el pasado 26 de febrero en las instalaciones del Desayunador frente a figuras políticas como el Lic. Omar de la Torre de la Mora, Jefe de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación; Lic. Ricardo Bucio Mujica, Presidente del Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación; Lic. Gerardo Huerta Mendoza, Asesor de la Secretaría de Desarrollo Social del Gobierno de la República; y el Lic. Rodulfo Figueroa Pacheco, Delegado Federal del Instituto Nacional de Migración en Baja California.
El evento concluyó con las declaraciones del Dr. Guillén, quien destacó el papel del estudio para la construcción de un perfil de la situación, que a su vez pueda «derivar en programas de alcance fronterizo», por parte del involucramiento público, social y gubernamental.
