Precariedad en la frontera: jóvenes, entre víctimas y victimarios  

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jueves 5 de marzo de 2020

“Repensando el juvenicidio desde la frontera norte” es novedad editorial, fruto de análisis y apuntalado por sus coordinadores, los Dres. Jesús Caballero Pérez, Óscar Misael Hernández Hernández y José Andrés Sumano Rodríguez. Este libro – publicado por El Colegio de la Frontera Norte (El Colef) en 2019-  concatena al interior la reflexión y discusión con que proponen abordar y relacionar: “frontera”, “violencia” y “juventud”. 

En enero de 2018, la triada de investigadores, con participación especial del Dr. Claudio Lomnitz de la Universidad de Columbia, formaron el grupo académico participante en el Foro “Jóvenes y violencia en las fronteras de México”, celebrado en El Colef, sede Matamoros. Dicho debate tuvo como objeto explorar el contexto alrededor del concepto de Juvenicidio. Es esta obra, por ello, fruto de la multidisciplinariedad de especialistas en varias ramas de las Ciencias Sociales. 

Dentro, el Prefacio (subtitulado: “La frontera como relación social criminal”) aclara el contexto que discurrirán, adelante en la exposición, los tres investigadores; ésta sección, a cargo del Dr. Lomnitz, inicia con  la explicación: “La frontera no es sólo una línea en un mapa, sino que es, además y sobre todo, una relación social”. Este hipótesis concatena el cuerpo de toda la obra.

En este apartado, se plantea y contesta a las preguntas: ¿Cuáles son las dinámicas productivas entre fronteras? ¿Cuáles son los puntos en su geografía que organiza el Estado para hacer valer su jurisdicción? ¿De qué formas -sí las hay- la frontera segmenta a la población y cómo desampara o criminaliza a algunos actores? Hoy, ¿de qué maneras se consigue habitar una región fronteriza-criminal? 

El tema de la violencia en México se aborda, estableciendo su brote, enmarcado por el periodo 2006-2012, que corresponde a la temporalidad en que se experimentó la Guerra contra el Narcotráfico. De trasfondo, aquí se subraya, jóvenes vivieron la situación de violencia, la cual, además, desplegó el Estado. En este sentido, están muriendo tantos (as) debido a que políticas ineficientes precarizan sus vidas; políticas que denigran sus vidas a manos de instituciones “del orden”. Y a su vez, los jóvenes matan a otros jóvenes, a consecuencia de lo mismo. 

La publicación deja leer al inicio una Introducción (escrita en conjunto por los coordinadores). Acá se aclara sobre las tres vertientes que seguirán el cauce de la reflexión (teórica-conceptual, fenomenológica y desde la coyuntura política); se incluyen las variantes cuantitativas y cualitativas discutidas; se proporcionan dimensiones o escalas macro y microsociales. Además, en el núcleo de sus consideraciones, es claramente expuesta la necesidad evidente de incorporar, teórica y metodológicamente, herramientas y perspectivas afines a la construcción horizontal y comprensiva del concepto de Juvenicidio. 

El primero de los ensayos, propuesta teórica del Dr. Jesús Caballero Pérez, se intitula: “Genocidio, feminicidio, juvenicidio: Naturaleza, comparaciones, polémicas”. Es ésta una reflexión conceptual de peso exegético, es decir, que recorre los terrenos de la interpretación, comparación y el análisis, a favor de esculpir el Juvenicidio, delinear el Feminicidio y diferenciarlo del Genocidio, amplificando las debilidades y fortalezas de cada abstracción.   

El ejercicio comparativo entre los tres conceptos, a su vez, demuestra las dificultades de su tipificación penal. Como bien repasa el Dr. Caballero, la continuidad filosófica entre ellos, una difícil categorización de la violencia en distintos contextos y culturas, entre otras dificultades, sólo pueden vencerse al útil paso del enfoque parangón. Esta labor la realiza él, haciendo uso de fuentes legales y jurisprudenciales, nacionales e internacionales; rescatando del panorama histórico el origen de cada término, para fijar los límites de sí mismos. 

Primero es examinado el genocidio (o el límite en la relación de un grupo con otro); seguido por el límite de la relación de un género con otro (el feminicidio); para concluir con un examen de la idea reciente del juvenicidio (o los límites en la relación de una generación con otra). Discute desde las teorías filosóficas, jurídicas, sociológicas y teológicas. Al final, el asunto a develar descansa en definir el estatus de gravedad, es decir, identificar la dimensión cualitativa de los daños perpetrados que cada concepto engloba. 

Para pensar en Juvenicidios, reflexión que ancla en su origen a la obra del sociólogo, José Manuel Valenzuela (2015), se dispone de una tesis fundamental en el contexto mexicano. A la manera de entenderlo, también por el filósofo Giorgio Agamben, son los jóvenes precarizados -en el sentido de la idea de nuda vida– por la existencia de condiciones que dispositivos e instituciones impulsan o no  evitan. Son causantes: las relaciones políticas dominantes y su indisociable violencia estructural, de origen económico, provocado por los sistemas neoliberales; los grupos criminales y la complicidad de estos con el Estado. Así, el término, señala el Dr. Caballero, califica a miles de jóvenes asesinados, pues las condiciones estructurales aumentan el riesgo de su liquidación.  

Por su parte, el Dr. Óscar Misael Hernández Hernández, como antropólogo social, despliega herramientas que buscan asir una metodología fenomenológica. Su propuesta lleva por nombre: “Los jóvenes y la violencia criminal: Explorando el juvenicidio regional”

Considerando la experiencia y los fenómenos concretos, él recurre a diferentes fuentes de información (fuentes monográficas, hemerográficas, videográficas y demás), para así ejemplificar desde la realidad, condensando en su forma el meollo de un cúmulo de vivencias fuertemente ancladas al espacio social. Episodios de violencia que sufren algunos (as) jóvenes, varones y mujeres, en localidades de Tamaulipas y Monterrey, son aquí esgrimidos.

Considerando a esta población, pues ejemplifica con vidas y situaciones reales de jóvenes en la frontera norte, la noción de víctima y victimario se identifica, y por ello critica, como homogénea por los sistemas jurídicos, cuando el caso, a la luz de la verdad objetiva, más bien apunta a que cada abstracción se adentra poco a poco a la otra. Es decir, las víctimas pueden ser victimarios y viceversa; y es eso y más aquello dilucidado por el Dr. Hernández. 

“Políticas públicas para atender la violencia de y contra los jóvenes en la frontera norte”, lleva por título el último apartado. El Dr. José Andrés Sumano Rodríguez, formado como politólogo, recurre al balance que mide la eficacia y precariedad de políticas públicas, y más firmemente establecidas o poco valoradas, las cuestionables políticas de seguridad. Como señala en su apartado, éstas últimas herramientas más bien han privilegiado el diseño de programas de prevención que la atención de la violencia, en contra y hacia los jóvenes. 

Allende a esto, es posible considerar que la evaluación que realiza el Dr. Sumano, por ello, propone un esquema comparativo, a fin de establecer objetivamente las estrategias eficaces que el Estado mexicano despliega para erradicar la violencia. Separa, a su vez, aquellas que no lo son; argumenta y advierte de la tendencia del gobierno a incurrir en formas de omisión, sin atender las precariedades que finalmente propician también la violencia. 

Prevalece, además, en su discurso, la idea de fortalecer, mediante mecanismos óptimos, la política de prevención social de la violencia y la delincuencia, y con ello, discierne sobre los problemas asociados a la implementación de modelos de prevención.

Los fortalecimientos se efectúan a los programas institucionales, a través del fomento y apoyo de las prácticas de crianza positivas, por lo que los actores son los familiares y la comunidad en la escuela o en el trabajo. Los mecanismos, desde este enfoque, no han sido diseñados de calidad, pues el aumento y la crisis de denuncias hablan del proceso problemático con relación a escasos subsidios federales, la disparidad de agendas propias que cada institución despliega, y la contratación de consultores o personal poco capacitado para cumplir con las metas. 

En un escenario donde las políticas de seguridad son ineficientes o su eficacia al paso del tiempo disminuye, para lograr la tendencia del cambio y las disminución significativa de los casos, en torno a las muertes de miles de jóvenes, se procura y promueve, a través de la lectura de esta obra, interpretar la información recabada por este medio, con intención de hacerse llegar críticamente a las autoridades y miembros académicos de las instituciones pertinentes. 

“Repensando el juvenicidio desde la frontera norte” se encuentra disponible para su venta en: https://libreria.colef.mx/detalle.aspx?id=7724

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