La relación Humano-Tecnología-Máquina

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viernes 18 de enero de 2019

En esta edición de El Correo Fronterizo entrevistamos al Dr. Max Matus, Investigador del Departamento de Estudios Sociales de El Colef, especialista en temas relacionados al desarrollo e innovaciones en el campo de la tecnología, así como en Tecnoantropología, quien nos habló sobre el humano, su relación con la tecnología y el futuro entorno a la fusión humano-máquina e inteligencia artificial.

 

El Correo Fronterizo: ¿Cómo ha utilizado el humano la tecnología como potenciador del cuerpo humano y qué diferencias hay con la revolución tecnológica que se vive actualmente?

Dr. Max Matus: Siempre se han utilizado algunas herramientas o tecnologías con este propósito; el propio bastón es una tecnología como extensión del cuerpo humano y como un potenciador en caso de haber una necesidad. Los lentes hace mucho que existen (el propio Spinoza, filósofo racionalista, ésta era su actividad primordial, un gran pulidor de lentes). Lo que vemos a futuro es la posibilidad de utilizar las nuevas tecnologías, nanotecnologías, para potencializar las facultades humanas de una forma diferente.

Los lentes son prácticamente de uso común y al alcance, al igual que un bastón, la diferencia en esta gran revolución tecnológica en que nos encontramos es que el acceso es diferenciado; las nuevas medicinas, a los nanobots, lentes que se injertan en los ojos, solo serán para un sector privilegiado. Lo cual va a causar diferencias en múltiples sentidos que pueden afectar en la manera en la que nos relacionamos en sociedad, puede generar mayor injusticia social: ser un cyborg va a ser exclusivo de quienes puedan pagarlo.

Quizás, poco a poco, estas innovaciones. Se van a ir democratizando; pero va a tardar tiempo para que esto suceda. En ese sentido, tenemos que tener precaución y tener claro que se podrán desarrollar nuevas capacidades, formas de acercarse al mundo, expandir los sentidos, pero que va a tener un impacto social, y que puede generar brechas que dañen a la sociedad.

 

El Correo Fronterizo: La Paradoja de Teseo plantea, en cierto sentido, la pregunta de “¿estaríamos en presencia del mismo barco si se hubieran reemplazado cada una de las partes del barco una a una?” ¿Qué sucedería si el ser humano comienza a reemplazar partes de su cuerpo? ¿De qué depende que se le considere humano?

Dr. Max Matus: Los términos de lo que es ser humano están cambiando, se están debatiendo y se habla desde hace algunos años de la posthumanidad. Habría que repensar si el ser humano siempre ha sido esta entidad cerrada que está delimitada por la membrana (piel humana) y que está contenido en un cuerpo biológico.  Sin embargo, los humanos también nos caracterizamos por la capacidad de poder vivir en sociedad, potenciar nuestras capacidades y sentidos, más allá de la membrana desde hace algunos años.

Dicho lo anterior, la idea de ir reemplazando parte por parte del cuerpo, hasta que de alguna manera más del 50%, visto de una manera burda, del cuerpo humano sea reemplazado por tecnología, no nos da una respuesta. No se trata de porcentajes, considero que la capacidad humana tiene que ver con dos factores principales: la capacidad de significar, interpretar el mundo a partir de un proceso de significación de tercer nivel, lo que es el mundo simbólico.

Mientras el ser humano siga viviendo en este mundo simbólico podemos decir que sigue siendo humano, independientemente de cuántas partes del cuerpo se lleguen a remplazar. Sin embargo, esto abre otra faceta del fenómeno; si las máquinas/robots llegan a adquirir  esta capacidad de ser entes plenamente simbólicos, habría que reflexionar sí se están convirtiendo en humanos o no. Pero obviamente para esto falta tiempo.

El otro factor es la capacidad reflexiva/ética, la posibilidad de entender y tener empatía por el otro es lo que ha distinguido a lo humano.

 

El Correo Fronterizo: Hay quienes señalan que en un futuro la fusión humano-máquina será necesaria para contrarrestar a la inteligencia artificial ¿Usted qué opina al respecto?

Dr. Max Matus: La fusión se está dando y se seguirá dando inevitablemente. La inteligencia artificial efectivamente pueden llegar a replantear lo que consideramos como humano y puede llegar a amenazar quizás nuestra propia existencia, pero esto es muy futurista, realmente no sabemos si va a suceder o no. Existen diferentes grupos que están trabajando en esto, al menos reflexionando, existen sociedades del futuro, que de alguna manera suena muy esotérico pero están conformadas por científicos de diferentes disciplinas, de diferentes partes del mundo, que están discutiendo continuamente sobre este tipo de posibilidades, es decir ¿Qué pasa con las máquinas?  ¿Las armas automatizadas, deben de existir, no deben de existir? ¿Cómo nos protegemos ante ellas? El poder de decisión de un carro, cuando frente a un accidente (un carro autónomo) tiene que decidir si va a la derecha o a la izquierda pero de igual forma mata, porque hay quizás de un lado a un niño y del otro un viejo ¿a quién va a matar?

Estos algoritmos se siguen programando, son los ingenieros y toda la gente involucrada en ese proceso los que están tomando decisiones, sin embargo habría que preguntarse qué va a pasar cuando el algoritmo decida tomar sus propias decisiones a través de todo el “input” que le ha dado los ingenieros y el equipo que está detrás y empiece a generar de alguna manera una ética del algoritmo, una ética de la máquina. En ese sentido, quizás efectivamente los humanos tendremos que desarrollar diferentes capacidades y habilidades y, entre esas, fusionarnos cada vez más con las maquinas, ser cada vez más “cyborgs” para poder contrarrestar estos contra pesos que se van a estar dando, estos juegos de poder entre máquina y humano que se van a estar creando, lo cual resulta paradójico, porque pareciera ser que nos tendremos que convertir cada vez más en “cyborgs” para poder tener la capacidad de jugar en esta nueva arena de poder, que se vislumbra a futuro.

Volviendo a la capacidad intelectual (O cognitivo humana), es necesario que los humanos no solamente adquieran más prótesis, o se fusionen más con las máquinas en un sentido material, sino también en un sentido de pensamiento, en un sentido cognitivo, es decir, si los humanos seguimos viviendo en el mundo simbólico, si como lo hemos hecho desde hace siglos, dejamos de privilegiar el conocimiento indexical, el conocimiento icónico, el conocimiento afectivo, es decir, estas otras formas de conocer que tienen los animales y las plantas y la manera en cómo las máquinas están aprendiendo el mundo, pues también vamos a estar muy limitados.

Tenemos que abrir los horizontes cognitivos humanos y no solamente pensar en que el mundo simbólico es el que puede, de alguna manera, salvar a la humanidad o con el que vamos a vivir en un futuro; tenemos que volver a traer la capacidad de aprender el mundo de manera diferente para poder relacionarnos con los miles de millones de objetos que estarán conectados a internet y que estarán generando su propia inteligencia. Habrá que generar una nueva cognición para relacionarnos con el internet de las cosas de una manera plena y con estas nuevas actividades cognitivas que van a emerger en un futuro.

El Correo Fronterizo: Hoy en día ¿existen implicaciones del uso de esta tecnología?

Dr. Max Matus: La cuestión médica, quienes tienen la posibilidad de ser intervenidos con las nuevas tecnologías. Si tienes suerte y entras a uno de estos hospitales de primer nivel o estas clínicas que están muy desarrolladas que tratan padecimientos muy exclusivos y complicados, podrás acceder a los nuevos tratamientos con los nanobots o el recorte de genes. Sin embargo no todo el mundo lo puede hacer.

Esta nueva medicina de edición genética solo la tienen los mejores hospitales, lo cual nos habla también de quien tiene la capacidad de vivir más y porque aquel o aquella que tenga mayor capacidad tendrá la posibilidad de extenderla y no cualquier ciudadano que así lo desee, es un derecho a final de cuentas el acceso a la salud, pero también a una salud de calidad. Es un debate al que tenemos que entrar, la revolución nanotecnológica en la salud va a trastocar todo lo que implica de una alguna manera vivir: ¿de qué manera vamos a vivir? ¿Cómo nos vamos a relacionar? ¿Vamos a seguir siendo productivos en el trabajo o no? A final de cuentas, aquellos que puedan tener mayor salud van a poder tener ventaja sobre el resto de  la población que no la tenga.

Existen múltiples debates, por ejemplo el médico chino que hizo modificación genética en niños, obviamente esto trastoca y genera múltiples sentimientos a nivel global. Es algo que lamentablemente las regulaciones globales no pueden intervenir  en todos los espacios del mundo, obviamente va a llegar un momento que esto se va a descontrolar y no va poder haber una regulación internacional que lo controle; esto no quiere decir que no deben de existir, por lo contrario, debemos de acelerar el debate en proceso de intentar poner ciertas leyes, porque insisto, el impacto mayor que van a tener las nuevas tecnologías en la sociedad en general es que van a ensanchar la desigualdad social y van a ser de este mundo, un mundo más inicuo si no hacemos algo para revertirlo.

El Correo Fronterizo: Para finalizar Dr. Matus ¿Podría hablarnos sobre el trabajo que realiza la tecnoantropología?

Dr. Max Matus: Nos interesa entender como la sociedad, los humanos, están cambiando su forma de ser y hacer a partir de relación con las nuevas tecnologías. En la actualidad las tecnologías han revolucionado y acelerado de manera exponencial este tipo de relaciones.

La tecnoantropologia tiene interés en ciencia básica,  entender como los humanos, sus culturas y las sociedades van a ser impactadas por estos cambios acelerados. En una beta aplicada, como podemos ayudar en que estas transiciones se desarrollen de la forma más armónica posible, donde en vez de que se genere mayor desigualdad social podamos generar una sociedad donde todos los actores, que así lo deseen, puedan ser partícipes de esta transición tecnológica. Se necesita un sistema de innovación donde todo ser humano tenga la capacidad y el derecho de innovar.

Diseñamos estrategias, políticas públicas, que promuevan la inclusión de actores a la sociedad del conocimiento

 

El Dr. Max Matus, recomendó a El Correo Fronterizo las siguientes lecturas:
Artículo: Welcome to Cyberia de Arturo Escobar (1994)

Libro de Aalborg University: What is techno-anthropology ?

Libro de El Colef: Cultura, diseño y antropología, ensayos de tecnoantropologia.

 

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