Factores en la decisión de beber agua directamente de la red pública en tres Zonas Metropolitanas de México

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jueves 18 de enero de 2024

El 28 de julio de 2010, a través de la Resolución 64/292, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció el derecho humano al agua y al saneamiento, reafirmando que un agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos.

De manera previa, en noviembre de 2002, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales adoptó la Observación General nº 15 sobre el derecho al agua. El artículo I.1 establece que «El derecho humano al agua es indispensable para una vida humana digna». La Observación nº 15 también define el derecho al agua como el derecho de cada uno a disponer de agua suficiente, saludable, aceptable, físicamente accesible y asequible para su uso personal y doméstico.

En México, según datos del Censo de Población y Vivienda 2020, el 96,1% de habitantes tiene acceso a agua entubada en el ámbito de la vivienda, se podría decir que el servicio de cobertura por parte de los organismos responsables es bueno. Sin embargo, hay otro parámetro a considerar: el consumo de agua.

Beber agua es trascendental para el funcionamiento de nuestro organismo. Permite el transporte de nutrientes a las células. Colabora en el proceso digestivo, en la respiración y en la circulación sanguínea. Interviene en la contracción de los músculos y da flexibilidad y elasticidad a los tejidos. Participa en el buen funcionamiento del cerebro y de los nervios. Proporciona minerales esenciales como el calcio, magnesio y el flúor, que sirven para fortalecer los huesos y los dientes. Contribuye con la regulación de la temperatura corporal. Retrasa el proceso de envejecimiento.

El Dr. Ismael Aguilar-Benitez, investigador de El Colegio de la Frontera Norte (El Colef), en la Unidad Monterrey, aborda esta cuestión en su artículo “Factores en la decisión de beber agua directamente de la red pública en tres Zonas Metropolitanas de México”. Las zonas que aborda son Valle de México; Monterrey, estado de Nuevo León; y Villahermosa, estado de Tabasco. En ellas, a través de un modelo econométrico, estima el efecto de la satisfacción con la calidad del agua y el servicio, y aspectos socioeconómicos y locales que inciden en la decisión de beber agua de la red pública.

En cuanto a los resultados generales, expuestos en el resúmen del artículo por parte del Dr. Aguilar-Benitez, se concluyó que: uno, que promover la ingesta de agua de la llave proveniente de la red pública requiere implementar una regulación efectiva de la calidad del agua suministrada e incentivar un mejor desempeño; y dos, que asegurar la calidad de este servicio debe ser una prioridad de política social, dado que la población con menores ingresos tiene una mayor probabilidad de beber agua de la red pública.

Una de las hipótesis que presenta el investigador es que la decisión de beber agua de la red pública por parte de los habitantes de una zona urbana se explica de manera importante por su grado de satisfacción con la calidad del agua suministrada y el servicio. Esa satisfacción se basa en la observación cotidiana de las características organolépticas del agua, pero es también influida por las experiencias pasadas con respecto a su ingesta y con aspectos operativos de esos servicios.

Es decir, se trata de cuestiones un tanto subjetivas, ya que si bien la calidad del agua pudiera cumplir con las normas para el consumo humano, la experiencia o las creencias de la persona juega un papel importante en cuanto a la decisión de consumir agua directamente de la llave o no hacerlo.

En el apartado de conclusiones el investigador realiza varios aportes, además de sumar nuevas áreas por las cuales continuar con la investigación. Se trata del primer análisis cuantitativo sobre este fenómeno en el país. Recomendaciones de política pública. Retoma que los aspectos territoriales locales (de las zonas metropolitanas estudiadas) afectan la percepción del riesgo en la calidad del agua. Además de encontrar que existe una mayor probabilidad de no beber agua de la llave y no sentirse satisfecho con el servicio de agua en los dos municipios con mayor porcentaje de población en situación de pobreza, lo que a su vez implica en un gasto adicional por parte de la población para suministrarse a través de otras alternativas. 

El artículo “Factores en la decisión de beber agua directamente de la red pública en tres Zonas Metropolitanas de México” se encuentra disponible a través de: https://www.researchgate.net/publication/372042180_Factores_en_la_decision_de_beber_agua_directamente_de_la_red_publica_en_tres_Zonas_Metropolitanas_de_Mexico

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