El Colegio de la Frontera Norte recibió el 29 de abril a la doctora Julieta Pérez Amador, profesora investigadora del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales (CEDUA), de El Colegio de México, quien expuso sus resultados de investigación sobre el índice de nupcialidad a nivel nacional comparando cuatro cohortes generacionales, los cuales revelan un importante incremento de número de parejas en unión libre a partir del año 2000.
Entendiendo la cohabitación como el estado de unión libre, en los años 90 México era el país latinoamericano con el menor porcentaje de parejas en unión libre, pero había presentado un incremento del 10% al 2000, lo cual se había dado a lo largo de todo el territorio nacional, principalmente entre los sectores desfavorecidos económicamente, es decir, entre personas que basan sus expectativas de vida en la inestabilidad.
Según los datos de la Encuesta Demográfica Retrospectiva (Eder) 2011, en 1976 las mujeres mexicanas transitaban del estado de soltera a en unión libre en su 25%, de cuyo porcentaje la mitad transitaba a la segunda unión, es decir, al matrimonio. Sin embargo, en 1997, el 33% aparecía en unión libre, del cual sólo el 14% se casaba. Para el año 2009, se trataba del 37%, con un 11% que transitaba. Un tendencia que, explicó, “se proyecta que siga aumentando”.
Además, mostró que la probabilidad de una separación de la unión libre también ha aumentado, “pero la probabilidad de separación es más baja que la de matrimonio”.
En conclusión, agregó que a pesar del aumento de parejas en unión libre, sigue siendo una característica más común entre aquellas con bajos ingresos o de bajo nivel de educación. Las mujeres con mayor educación tienen menos probabilidad de estar en unión libre, en comparación a lo que sucede con mujeres con menor educación: «Aumentan los niveles pero la diferencia se está haciendo más grande».
