Encuesta sobre Agresión y Abuso al Migrante: Las vicisitudes de transitar por territorio mexicano

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miércoles 22 de abril de 2015

Las condiciones de seguridad de los migrantes en la región Centroamérica-México-Estados Unidos se han deteriorado desde comienzos del siglo XXI, producto de circunstancias como las políticas migratorias y de seguridad de los gobiernos de la región, la transformación de las organizaciones criminales transnacionales, las nuevas modalidades del tráfico de personas y el incremento del flujo migratorio.

En vista de este problema, El Colegio de la Frontera Norte (Colef), a solicitud del Instituto Nacional de Migración, realizó entre los meses de octubre del 2011 y septiembre del 2012, el proyecto “Encuesta sobre Agresión y Abuso al Migrante” (EAAM), elaborado por el Dr. Luis Enrique Calva Sánchez, la Dra. Alejandra Castañeda, la Dra. Marie Laure Coubès y la Dra. María Dolores Paris Pombo, con el fin de presentar un panorama claro que permita desarrollar iniciativas para solucionar esta situación.

La encuesta fue aplicada tanto a migrantes guatemaltecos, salvadoreños y hondureños, que transitaron por México de manera irregular y que fueron deportados por la autoridades migratorias mexicanas o estadounidenses, como a mexicanos devueltos por Estados Unidos.

El estudio recaba información sobre las experiencias de agresiones y abusos reportados por los migrantes, tales como robo, extorsión, agresión física, amenaza y secuestro.

Los datos obtenidos indican que de los más de 514 mil deportados durante el periodo de levantamiento de la encuesta (69.4% mexicanos, 13.9% guatemaltecos, 10.7% hondureños y 5.7% salvadoreños), 28, 695 señalaron haber sufrido algún tipo de agresión o abuso en territorio mexicano.

Estas agresiones, señalan, suceden mayormente en estados fronterizos en el caso de los migrantes mexicanos, específicamente Tamaulipas, Sonora y Baja California y en estados del sur de México, como Chiapas, Tabasco y el Estado de México, en el caso de los migrantes centroamericanos.

Así mismo, entre los datos obtenidos de los encuestados, se evidencia que la mayor parte de estas agresiones fue sufrida por hombres (91.3%); que el promedio de edad de las personas agredidas es de 30 años y que el nivel promedio de escolaridad presentada es de 6 años en el caso de los centroamericanos y de 9 años en los mexicanos.

Destaca además que la mayoría de las agresiones reportadas fueron la extorsión (41%), el robo (35%), amenaza (14%), agresión física (8%) y secuestro (3%), perpetradas por organizaciones criminales y polleros ( 34% y 16% de las agresiones), policía y militares (31%) y funcionarios o autoridades de migración (8.8%).

Estas agresiones, sin embargo, en muchos de los casos no son reportadas, por miedo a represalias, desinterés o porque se considera que hacerlo no es de ninguna utilidad.

Los investigadores señalaron que a pesar del alto grado de vulnerabilidad en que se encuentran los migrantes en territorio mexicano, la alternativa de migrar a los Estados Unidos sigue siendo considerada como la única opción viable para mejorar la calidad de vida.

Por ello, el Estado mexicano, enfatizan, tiene la responsabilidad de salvaguardar la seguridad de las personas sujetas a su jurisdicción, entre las cuales se encuentran los migrantes, por lo cual es necesario crear medidas que permitan solventar las condiciones de violencia, abuso e inseguridad a que estos están expuestos en sus travesías.

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