Más de 400 migrantes durmieron la primera noche de creación del albergue “Hermanos en el Camino”. El Padre Alejandro Solalinde Guerra fundó este lugar el 26 de febrero de 2007, a los 61 años de edad, en Ciudad Ixtepec, Oaxaca, con el objetivo de brindar ayuda humanitaria a los migrantes centroamericanos que pasan por territorio mexicano, muchos de los cuales son víctimas del crimen organizado y de abusos de autoridad a lo largo de su travesía. Debido a la labor que realiza el albergue, se atienden en este sitio a cerca de 20 mil migrantes por año. Este 1 de septiembre, el Padre Solalinde ofrecerá la conferencia “La vulnerabilidad de los migrantes en México” en las instalaciones de El Colegio de la Frontera Norte en Tijuana.
Solalinde ha hecho públicas las denuncias por homicidio, robo, secuestro, extorsión, asalto y violaciones a los derechos humanos de los migrantes que transitan por México. Por su labor ha recibido diversos premios, entre ellos el Premio Paz y Democracia y el Pagés Llergo de Democracia y Derechos Humanos. En 2006, Solalinde fue designado coordinador Pastoral de Movilidad Humana por la Conferencia del Episcopado Mexicano para la región sur-sureste de México. En 2008 fue apresado en Ixtepec con otros 17 migrantes. Ha sido amenazado de muerte por lo que en 2012 tuvo que abandonar el país, para luego regresar nuevamente al albergue, bajo protección de elementos federales.
El 15 de abril de 2013, en su visita a El Colef en Tijuana, el Padre Solalinde señaló que nos encontramos “en una transición de una época que no toma en cuenta los derechos humanos”, en la que “se ejerció el poder de dominio, y además, todas las estructuras e instituciones más sólidas como la iglesia católica, también estuvieron en esa inmovilidad, en esa estructura monárquica y de autoridad vertical donde no era tomada en cuenta la persona”.
En su visita, señaló que México necesita generar un cambio en los derechos humanos, y la sociedad debe incidir en los gobiernos, con el objetivo de invertir la dinámica vertical en la toma de decisiones, para que sea una dinámica de escucha, empática.
Hay que “ponernos en lugar del otro para que así vayamos generando sociedades autogestivas, maduras, propositivas, que puedan tener una razón fuerte de vivir y que además puedan ser capaces de generar… una sana convivencia plural, incluyente y sobre todo justa”.
Este miércoles 1 de septiembre en las instalaciones de El Colegio de la Frontera Norte, el Padre Alejandro Solalinde regresa a la institución para compartir su experiencia de lucha incansable en la protección de los derechos humanos de los migrantes centroamericanos, que son víctimas del crimen organizado en su tránsito por México.
