En esta investigación, el Dr. Carlos Israel Vázquez León, investigador del Departamento de Estudios Urbanos y Medio Ambiente y el Dr. Wilfrido Ruiz Ochoa, investigador del Departamento de Estudios Económicos, analizan y contrastan los factores de competitividad de tres puertos mexicanos, Lázaro Cárdenas en Michoacán, Ensenada en Baja California, y Manzanillo en Colima. Se estudiaron las condiciones de infraestructura para la competitividad, y su relación con las estrategias comerciales de cada uno, encontrando que Ensenada se coloca en una situación de desventaja.
Uno de los principales motivos de esta investigación fue la estimación por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, de que la carga vía marítima aumentaría un 31% en 15 años, lo cual obliga a ampliar la capacidad del sistema portuario nacional, sobre todo el litoral Pacífico por ser ruta troncal de Asia y América del Norte.
Ante esta previsión se pone especial atención sobre las condiciones de estructura actual de los puertos del Pacífico por ser insuficientes. De los 56 puertos y terminales con los que cuenta, sólo 16 son de altura, esto quiere decir que se encuentran en condiciones de recibir embarcaciones de gran calado, así como de enviar y recibir carga internacional, y de éstos sólo 8 cuentan con la capacitación de carga contenerizada.
Los tres puertos principales del Pacífico mexicano son los anteriormente mencionados, Manzanillo en Colima, Lázaro Cárdenas en Michoacán y Ensenada en Baja California. Sin embargo, sólo los dos primeros funcionan como puertos hub, es decir, que concentran gran cantidad de bienes que después son distribuidos por embarcaciones de corto recorrido. Mientras que el primero movilizó casi el 60% de la carga contenerizada del Pacíficos en 2012, el puerto Lázaro Cárdenas movilizó el 36%, pero Ensenada solo el 4%, a pesar de ser el mejor ubicado.
Para este estudio de los factores que influyen en el grado de competitividad de estos puertos, se tomaron en cuenta sólo los determinantes comerciales y las características físicas de infraestructura. Esto, a partir de la información tomada de la Administración Portuaria Integral (API), de los Informes Estadísticos Mensuales de Movimientos de Carga, Buques y Pasajeros, y de los Programas Maestros de Desarrollo Portuario (PMDP) de Manzanillo, Lázaro Cárdenas y Ensenada.
La capacidad de estos puertos ha dependido en mayor medida de su ubicación geográfica, privilegiada en modalidad marítima y terrestre. Sin embargo, por lo mismo requieren mayor capacidad de planeación, gestión y administración, sobre todo hacia los costos de operación. La competitividad, se explica, también depende de la continuidad de maniobras y la solución de problemas sistémicos.
Por su ubicación y competitividad, los puertos favorecidos se convierten en centros urbanos, propiciando que no sólo se construyan como centros de acopio y distribución sino también de demanda y consumo. Por lo anterior, dependen también del crecimiento poblacional y económico.
Con la evaluaron de los datos a partir de la metodología del Proceso Analítico Jerárquico (AHP, por sus siglas en inglés), los resultados demostraron que Ensenada se encuentra en un claro rezago competitivo en relación con el alcanzado por los dos mayores puertos del Pacífico. Sus mayores desventajas, en cuanto a competitividad comercial, fue una conectividad terrestre limitada (por no contar con ferrocarril), un foreland (conexión con países, y conectividad) de 15 países, 4 menos que los otros puertos, un hinterland (conexión con Estados mexicanos) con apenas 4 Estados, en lugar de los 15 y más que alcanzaron los del Pacífico. Si bien tiene ventajas en cuanto a costos de puerto fijo y atraque, aún no logra reducir sus altos costos de muellaje.
En cuanto a las características físicas,los investigadores destacaron que el puerto de Ensenada es apenas la quinta parte del área de contenedores del puerto Lázaro Cárdenas, sumando el menor número de grúas y, en general, mayores desventajas en competitividad comercial, es decir, la influencia menos significativa. Sin embargo, los factores más influyentes en su competitividad infraestructural fueron el número de terminales y de contenedores.
En el caso del puerto de Manzanillo, las características físicas para la competitividad en infraestructura con mayor relevancia fueron la superficie portuaria y de contenedores; mientras que en Lázaro Cárdenas, el número de TEUs manipulados y la eficiencia en la operación de carga.
La investigación concluye con propuestas para aumentar la competitividad del puerto de Ensenada, con especial atención en sus rezagos de infraestructura, pues se localiza cerca de los puertos de Los Ángeles y de Long Beach. Sus ventajas relativas son su participación en el mercado del manejo de contenedores y los costos de puerto fijo y atraque, teniendo oportunidades de mercado ante saturaciones de los puertos de California.
Así, Ensenada podría llegar a convertirse en un puerto feeder o alimentador, pero sin dejar de aprovechar sus funciones de puerto de altura, o podría limitarse a funciones de redistribución de estos puertos más grandes. En todo caso, por su ubicación estratégica, debe especializarse en el manejo de carga mineral, pesquera, hortícola y de manufactura ligera, que abunda en el corredor marítimo Este-Oeste del hemisferio norte, pues, si bien carece de conexión por ferrocarril, debe aprovechar su conexión carretera y aeroportuaria.
Finalmente, se explicó que generando estrategias competitivas, Ensenada podría enfrentar mejor las oportunidades futuras en los mercados de Tijuana, Mexicali, el sur de California y Arizona, pues estos nichos regionales y transfronterizos no se encuentran a más de 400 kilómetros de distancia del puerto.
