Diferentes enfoques teóricos consideran la relevancia de la infraestructura en el desarrollo económico. En especial, la teoría del potencial del desarrollo regional la concidera como un factor, que junto con la localización geográfica, la aglomeración y la estructura del empleo potencial el desarrollo económico regional. De estos, solo la infraestructura es el factor sujeto a políticas públicas, por lo que puede modificarse el acervo en un plazo relativamente corto. El argumento de la teoría sostiene que un mayor equipamiento constituye una ventaja comparativa de una región a otra, la cual puede utilizarse mediante índices de utilización de infraestructura.
Para la validación empírica de esta teoría se considera el contexto de los municipios de Sonora, en un estudio transversal de los años de 1993 y 1998. La evidencia reveló una contribución positiva de la infraestructura en 1998 y negativa en 1993, mientras que el resto de los factores del potencial de desarrollo no constituyen elementos condicionales de la explicación de los niveles de desarrollo económico de los municipios de Sonora. Una vez calculado un indicador de acervo de infraestructura, este permite observar la profundización de las disparidades en la dotación, así como una mayor intensidad en el uso de la infraestructura. La ventaja comparativa de contar con mayores índices de infraestructura se acentuó, constituyéndose como un elemento autorreforzante de las disparidades.