Veteranos Deportados: Soldados sin patria

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Deportación para veteranos migrantes es símbolo de humillación: Griselda San Martín

jueves 17 de julio de 2014

El día de hoy, 15 de julio de 2014, veteranos de guerra en Estados Unidos que han sido deportados a México y académicos se reunieron para analizar y discutir sobre las deportaciones de militares latinos retirados que han participado en conflictos armados, como la Guerra de Kosovo, durante el seminario Veteranos Deportados: Soldados sin patria organizado por el Colegio de la Frontera Norte.
El seminario contó con la participación del Dr. Jorge Bustamante, fundador de El Colef y ex relator Especial de la Organización de las Naciones Unidas para los derechos humanos de los migrantes; Gabriel Pérez Duperou, egresado de la Maestría en Desarrollo Regional de El Colef; la Mtra. Griselda San Martín de la University of Colorado-Transborder Media quien presentó un extracto de un documental con testimonios de los militares deportados; la sesión fue inaugurada por la Dra. Laura Velasco, también de El Colef.
Se contó con los testimonios de Fabián Rebolledo, Héctor Barajas y Alex Murillo, veteranos que estuvieron en combate y que fueron deportados después de finalizar su servicio. En su exposición Pérez Duperou presentó el contexto de las deportaciones en Estados Unidos y dijo que los migrantes al no ser ciudadanos son excluidos de los derechos que la nación dicta en la constitución, y a pesar de que los militares deportados se enlistaron en las fuerzas armadas se le negó ésta, “en donde cualquier persona que tenga la más mínima falla es excluido”.Dijo que a pesar de que las aprehensiones en la frontera son mayores, las que está realizando el programa Immigration and Customs Enforcement (ICE) van en aumento.
Griselda San Martín mencionó que “se trata de individuos que tiene un status de residente permanente. Tienen su Green Card. Han vivido toda su vida en Estados Unidos, socialmente son americanos. Se enlistan por diferentes motivos y saliendo del servicio militar se encuentran con muchas dificultades para adaptarse a la vida civil, comenten un delito y eso ya es deportación para ellos”. Desde 1996, continuó, se hicieron modificaciones a las leyes en las que se ampliaba la lista de delitos que son causa de deportación y se limitaba la capacidad del juez migratorio, el cual podía considerar los lazos familiares en EU para echar atrás la deportación del sujeto, “ahora son simples jueces administrativos”.
Explicó que muchos soldados latinos se enlistan porque piensan que así serán automáticamente ciudadanos, sin embargo, prestando el servicio militar son menos los requisitos pero el proceso no es automático, requiere ayuda de abogados y varios trámites. Los soldados desde que entran al ejército se someten a un entrenamiento físico y psicológico muy riguroso, en donde se resalta la identificación con el ser americano, “hay un credo y un elemento de ser americano en cada parte de las fuerzas armadas”; después del servicio militar la adaptación al vida civil es complicada, sobre todo si han estado en zona de guerra y han sufrido traumas, dijo.
“Una de las cosas importantes es que existe una tendencia a usar drogas y alcohol, para no tener esa tensión continua. Muchas veces sienten amenaza constante y reaccionan de forma violenta. Esto provoca que cometan algún delito o cometan un delito en la ley”. Cuando cometen el delito hay abogados que los aconsejan, su objetivo primordial es que pasen menor tiempo en cárcel y al aconsejar que se declaren culpables causan que por ese delito los deporten, dijo la periodista. Mencionó que no existe cifra oficial de veteranos deportados, ICE o el Departamento de Seguridad Nacional no llevan la cuenta.
Los veteranos deportados sufren una crisis de identidad debido a que EU forma parte de ella, su expulsión “es humillante para ellos, se sienten traicionados, psicológicamente es difícil para ellos entender lo que está pasando”. Señaló que el conocimiento que los veteranos tienen puede ser de interés para el crimen organizado. Para ellos, es fácil cruzar si obtienen una credencial falsa, pero es un delito federal y las penas son de 3 a 20 años. Para volver a entrar al país requieren de un perdón presidencial, un cambio en la legislación, muertos es como pueden regresar y ser despedidos con honores en un entierro militar, dijo.
“A primera vista uno piensa que un exsoldado de Estados Unidos es alguien que no debería ser sujeto de expulsión del Estado americano del que estaría dispuesto a matar y morir por él. Los datos revelan la contradicción del juramento y la mentira en que responde el gobierno… Esta contradicción se une a la lista de características muy especiales de aquellos que viven en la frontera y que uno no esperaría encontrarse”, dijo el doctor Bustamante en conferencia.
Héctor Barajas, de la Casa de Apoyo Veteranos Deportados, aclaró que parte de la labor que realizan es reunir a los veteranos cuando los deportan, que en muchos casos presentan problemas psicológicos y de adicción. El veterano recordó que en 2004, al ser deportado, nadie lo recibió: “Me tocó vivir en el bordo sin ningún tipo de apoyo”, lo apresaron por protestar un mes en la línea por su deportación. “Muchos de los deportados no tienen apoyo de su país de origen. Lo que se deja atrás son familiares, mencionó.
Alex Murillo de Veteranos sin fronteras, quien vive en Rosarito, relató cómo fue su proceso de deportación y cómo se encontró con Barajas. Dijo que al sacar al soldado americano se separan familias; “Tenemos que empezar a pensar como gente, como pueblo, cuántas familias tenemos separadas ya”.

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